Hungría no vetará la ayuda de la OTAN a Kiev, y a cambio no contribuirá con tropas ni fondos

R. P. REDACCIÓN / LA VOZ

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Orbán recibió a Stoltenberg, en la sede del Gobierno
Orbán recibió a Stoltenberg, en la sede del Gobierno Zoltan Fischer / HUNGARIAN PM'ÄôS | EFE

Orbán, el aliado más cercano a Putin, se opone a la entrega de armas e insiste en que se prepara un acción militar directa

13 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hungría no vetará las iniciativas de apoyo militar y financiero de los aliados a Ucrania y a cambio no contribuirá ni con tropas ni fondos. Este es el acuerdo al que llegaron este miércoles el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el primer ministro magiar, Viktor Orbán, después de difíciles negociaciones.

En rueda de prensa en Budapest junto a Orbán, el jefe político de la Alianza Atlántica explicó que es la fórmula que han encontrado para permitir que el resto de aliados avancen en un acuerdo para reforzar la ayuda a Kiev, al tiempo que acepta la posición del dirigente ultranacionalista húngaro —el socio más cercano al presidente Vladimir Putin—, que rechaza la entrega de armamento al Ejército liderado por Volodímir Zelenski.

«El primer ministro ha dejado claro que Hungría no participará y he aceptado esta posición. Hemos acordado que no habrá tropas húngaras, ni fondos húngaros en estas iniciativas, pero me ha asegurado que no se opondrá a estos esfuerzos y permitirá a los aliados avanzar», indicó Stoltenberg.

Decisiones de la cumbre

Con este acuerdo, el secretario general se asegura de que Budapest no bloqueará las decisiones que espera adopte la OTAN en la cumbre, del 9 al 11 de julio en Washington, para ayudar a Kiev a defenderse de la agresión rusa. Entre ellas está el proyecto para establecer una coordinación internacional de las entregas de armas a Kiev y de las actividades de adiestramiento de los soldados ucranianos. Además, Stoltenberg espera ver reafirmado el compromiso de entregar un total de 40.000 millones de euros cada año, como ayuda financiera a Ucrania a largo plazo.

Durante su intervención, Orbán recordó que, de acuerdo con los estatutos de la OTAN, no existe la obligación para los aliados de participar en acciones fuera del territorio de los países miembros. Añadió que tiene la palabra de Stoltenberg de que se respetará la posición húngara e insistió en que la postura de Budapest es «clara». «No somos niños, es mejor no perseguir ilusiones y la invasión rusa es un tema político muy complicado que genera muchas consecuencias en temas de política global, por lo que no es fácil en esta situación encontrar respuestas apropiadas», dijo.

En la campaña a las elecciones europeas, el dirigente húngaro arremetió contra los dirigentes de la Unión Europea y de la OTAN, acusándolos de belicismo, y se presentó como el único de los Veintisiete que «quiere la paz». «En la UE hay 26 países que apoyan la guerra, frente a Hungría que quiere paz», aseguró.

Tanto Orbán como su ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, han afirmado que la Alianza prepara una acción militar directa en Ucrania, en la que Hungría no quiere participar y a la que se opone, si bien hasta ahora la OTAN no ha informado ni confirmado planes en este sentido.

Stoltenberg ya había reiterado el martes en Riga que la Alianza Atlántica está dispuesta a dar todo el apoyo necesario a Ucrania pero que no se implicará directamente en la guerra.