La ONU respalda el acuerdo de paz propuesto por Biden para la Franja
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Washington sopesa negociar con Hamás para liberar a cinco estadounidenses
11 jun 2024 . Actualizado a las 00:06 h.Desde el principio de la guerra en Gaza, Estados Unidos ha bloqueado tres propuestas de paz para Gaza en el Consejo de Seguridad de la ONU. Después de la última, el 20 de febrero, la Casa Blanca intentó sacar adelante su propia resolución —una versión con rodeos y mucho más permisiva con Israel—, pero entonces fueron Rusia y China quienes la bloquearon. No era suficiente, defendieron. Y esta guerra diplomática, paralela a la de Israel y aparentemente insalvable, estrenó el lunes un nuevo capítulo: Washington consiguió el apoyo de la ONU para una nueva propuesta de alto el fuego.
Solo Rusia se abstuvo. Los 14 miembros restantes —incluida China— votaron a favor. Y es que esta vez, a diferencia de la anterior, la Casa Blanca ha endurecido el tono hacia Israel. El texto inicial contenía exigencias solo dirigidas a Hamás, pero ahora «urge a las dos partes a implementar los términos [de la propuesta] sin demoras ni condiciones». De hecho, hay un mensaje directo al ala dura del Gobierno israelí: un inequívoco «rechazo a todo intento de modificación territorial o demográfica en Gaza, incluida cualquier acción para reducir el territorio».
La Casa Blanca está luchando por conseguir que Israel y Hamás accedan a un acuerdo en tres etapas propuesto hace diez días por Joe Biden. Un acuerdo que conduciría a la liberación de todos los rehenes que quedan en manos de Hamás, a cambio de que Israel se comprometa a retirar todas sus tropas de la Franja y a respetar un alto el fuego permanente: dos demandas clave del movimiento islamista.
«Sentido de urgencia»
En general, hay un «sentido de urgencia» para conseguir una tregua cuanto antes, dijo Antony Blinken desde el aeropuerto de El Cairo. El jefe de la diplomacia de EE.UU. estaba a punto de volar a Israel, después de haber hablado con el presidente Abdelfatah al Sisi, y confirmó que los mediadores egipcios habían hablado con Hamás hacía unas horas. Aunque Blinken se negó a entrar en detalles sobre las conversaciones, sí subrayó que todos en la región deben presionar a los islamistas para que acepten el acuerdo. De todas formas, «ninguno de nosotros puede entrar en la mente de Hamás, no sé cuál será su respuesta».
Desde el punto de vista del diplomático, sin un plan del «día después» para Gaza solo quedan tres opciones: mantener la ocupación israelí, dejar que Hamás reasuma el gobierno o resignarse a un vacío de poder. «Ninguna de esas opciones es viable», concluyó. Tenía la vista puesta horas después en Jerusalén, donde se reuniría con Benjamin Netanyahu y Benny Gantz (el ministro que el domingo renunció a su cargo) para apoyar la tregua e intentar evitar una guerra en el Líbano.
«Es un suicidio colectivo», espetó Bezalel Smotrich, del ala extremista del Gobierno israelí, sobre el acuerdo con Hamás. Las esperanzas de que las dos partes lleguen a un pacto se desvanecen, pero la Administración Biden tiene un plan: según NBC News, se plantea negociar un acuerdo bilateral con Hamás para liberar a los cinco rehenes estadounidenses. Esa posible negociación, según la cadena, no incluiría a Israel y se llevaría a cabo a través de interlocutores cataríes. Todavía no está claro qué ofrecería Washington, pero es posible que a los islamistas les interese ese acercamiento para aumentar la tensión entre Israel y EE.UU.
Sin respuesta clara de Israel
Israel advirtió este lunes en el Consejo de Seguridad de la ONU que no piensa «comprometerse en negociaciones interminables y sin sentido» para un alto al fuego en Gaza, minutos después de que el Consejo aprobara una resolución presentada por Estados Unidos para apoyar un plan de tregua en Gaza.
La coordinadora política de la misión diplomática israelí, Reut Shapir, que tomó la palabra tras la intervención de los quince miembros del Consejo, no dejó claro si su país apoya la resolución, como había asegurado previamente la embajadora de EEUU ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, pero dio a entender lo contrario.
«Israel se aferra a sus principios, y estos no han cambiado. Seguiremos (combatiendo) hasta que todos los rehenes regresen y desmantelemos todas las capacidades de combate y gobierno de Hamás», dijo Shapir, sin mencionar expresamente esa resolución, que pide en una primera fase un alto el fuego y la liberación de ciertos rehenes (mujeres, ancianos y heridos).
«Esto significa que Israel no se va a comprometer en negociaciones interminables y sin sentido, que pueden ser explotadas por Hamás como un medio de ganar tiempo», insistió.
Precisamente la propuesta de tregua presentada por Joe Biden el 31 de mayo y que este lunes fue aprobada por el Consejo consiste en un plan de tres fases que pueden extenderse «si las negociaciones continúan», en cuyo caso «el alto el fuego continuará», lo que parece contradecir la declaración de la diplomática.
Cada vez queda más en evidencia que el gobierno estadounidense está poniendo presión sobre el israelí para que acepte la propuesta de tregua, incluso hablando en su nombre; así, la embajadora de EEUU dijo que «Israel ya ha dado su visto bueno al acuerdo, y los combates podrían cesar hoy si Hamás hace lo mismo».
Como ha sucedido la pasada semana, las declaraciones de líderes estadounidenses tropiezan luego con las reticencias del gobierno hebreo, que no termina de poner condiciones para sumarse a ese alto el fuego.
La Autoridad Palestina manifestó que la resolución para un alto el fuego es «un paso en la buena dirección». «La Presidencia palestina considera que la adopción de esta resolución es un paso en la buena dirección para parar la guerra genocida contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza», según recoge la agencia de noticias oficial WAFA. Pide «que todo el mundo asuma sus responsabilidades para su aplicación» y recuerda que cumple con su demanda de «un alto el fuego inmediato a la agresión israelí», la retirada de las fuerzas israelíes de toda la Franja de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria.