El Gobierno de Netanyahu se rompe tras ocho meses de guerra sobre la Franja

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Mujeres palestinas lloran tras la matanza de 77 civiles en Gaza.
Mujeres palestinas lloran tras la matanza de 77 civiles en Gaza. Doaa Rouqa | REUTERS

La ONU pone al Ejército israelí en la lista negra de entes dañinos para la infancia

07 jun 2024 . Actualizado a las 21:48 h.

La paz en Gaza se extingue a medida que transcurre la guerra. Este viernes se cumplieron ocho meses desde los ataques del 7 de octubre que dejaron 1.200 israelíes muertos y desataron una ofensiva de Tel Aviv sobre la costa palestina que suma casi 37.000 víctimas mortales. El Gobierno de Benjamin Netanyahu se rompe mientras sus socios ultranacionalistas insisten en ocupar la Franja y acabar con Hamás. El rescate de los rehenes y un alto el fuego se complican por las tensiones entre las partes en el marco de una campaña militar que tampoco ha conseguido acabar con ninguno de los dirigentes del Movimiento de Resistencia Islámica.

El plan de paz propuesto por el presidente estadounidense, Joe Biden, no ha conseguido cuajar en la rama dura del Ejecutivo israelí y las reuniones en El Cairo para alcanzar un alto el fuego están en un punto crítico. Un informe de la CIA —organismo que media por EE.UU. en esta causa— difundido ayer, sostiene que Netanyahu «probablemente cree que puede mantener el apoyo de su cúpula de seguridad» para seguir con las operaciones militares en Gaza y desentenderse de las presiones de la Casa Blanca y la comunidad internacional para ponerle fin a la guerra.

Dichas presiones también recaen sobre Hamás. Desde hace meses, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha doblado esfuerzos diplomáticos con Catar, a quien ha conseguido convencer para amenazar con la expulsión del país de los líderes políticos de Hamás residentes en Doha si no aceptan el acuerdo. La advertencia ya está en manos del grupo islámico, según informó la cadena CNN.

Gaza destruida, gabinete roto

En el seno del gabinete de guerra, la situación es crítica. Ayer, Unidad Nacional, el partido del ministro Benny Gantz, anunció una rueda de prensa programada para este sábado en la que se espera que el dirigente presente su dimisión tras haber pedido a Netanyahu que presente un plan de posguerra para Gaza, e irse con las manos vacías de una reunión el pasado miércoles. Junto a él se espera que también dimita el observador del gabinete y exjefe del Ejército de Israel, Gadi Eisenkot, reacio a las operaciones en Rafah.

En el territorio palestino del Mediterráneo, Israel terminó de ocupar el Corredor Filadelfia mientras la ofensiva sobre Rafah se cobró 77 vidas civiles y provocó otros 220 heridos, según las autoridades sanitarias gazatíes. Los muertos gazatíes ya ascienden a 36.731 y los heridos a 83.530 según la misma fuente. En todo este tiempo, Israel no ha conseguido la localización, arresto o neutralización de los grandes líderes de Hamás. Yahya Sinwar (líder político), Abu Obeida (jefe de propaganda) y Mohamed Deif (líder de las brigadas Al Qassam) siguen vivos en Gaza.

Las oenegés llevan meses advirtiendo de la hambruna generalizada y del nivel de destrucción de los edificios de Gaza. La única entrada disponible para la ayuda humanitaria es un puerto artificial creado por EE.UU., pero resulta insuficiente para abastecer a cerca de dos millones de personas. Por ello, la ONU incluyó ayer al Ejército israelí en su lista negra de entidades dañinas contra la infancia, en la que también figuran Afganistán, Birmania y Somalia o grupos yihadistas de la talla de Estado Islámico o Boko Haram.

El primer ministro israelí irá a EE.UU. para hablar ante un Congreso y un Senado divididos

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respondió a la invitación de Estados Unidos para dirigirse a congresistas y senadores norteamericanos en una sesión conjunta y viajará a Washington para incentivar el apoyo estadounidense a la guerra que Tel Aviv mantiene sobre Gaza.

Según una misiva firmada por el presidente de la Cámara de Representantes federal, Mike Johnson, y el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, Netanyahu se dirigirá a ambas cámaras el próximo 24 de julio. «Esperamos escuchar la visión del Gobierno israelí para defender la democracia, combatir el terrorismo y establecer una paz justa y duradera en la región», indica la carta. Además, se espera que el primer ministro israelí exponga algunas ideas sobre cómo «establecer una paz justa y duradera en la región».

Ambas cámaras se encuentran divididas sobre el apoyo de la Casa Blanca a una guerra que ha abierto grandes divisiones en la sociedad civil norteamericana, más aún después de la represión policial contra las acampadas universitarias que pedían el fin de la guerra. Los envíos de armas con las que se provocan tantísimas bajas civiles dibujan la brecha política. El líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, también apoyó la iniciativa debido a las «importantes» relaciones entre ambos países y pese a «desacuerdos claros y profundos» con Netanyahu.