Netanyahu bloquea la paz en Gaza a pesar de la disposición de Hamás, EE.UU. y la UE
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Yair Lapid, le ofrece apoyo político para que acepte el acuerdo de Biden y pueda esquivar la presión de sus socios ultras
02 jun 2024 . Actualizado a las 10:22 h.Que la paz llegue a Gaza depende exclusivamente ahora del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Es lo que se desprende del visto bueno de Estados Unidos, la UE y Hamás al plan de paz que propuso Joe Biden el pasado viernes. Pero a pesar del consenso general, incluido en el Gabinete de Guerra de Tel Aviv, los socios ultras de Netanyahu y él mismo, insisten en que no se puede alcanzar ningún tipo de alto el fuego hasta que el Movimiento de Resistencia Islámica sea «destruido política y militarmente».
El plan de tres fases propuesto por Biden —liberación de los rehenes en manos de Hamás por presos palestinos, un segundo intercambio acompañado de la retirada de tropas de Israel de Gaza y la reconstrucción del enclave costero— es apoyado por los líderes de la oposición y por el lobi de las familias de los cautivos del 7 de octubre. Sin embargo, el primer ministro israelí insiste en continuar la guerra hasta neutralizar «las capacidades militares y de gobierno de Hamás» en la Franja. «De acuerdo con la propuesta, Israel seguirá insistiendo en que se cumplan estas condiciones antes de que entre en vigor un alto el fuego permanente», insistió la oficina de Netanyahu en un comunicado.
Esta propuesta de tregua cuenta con el aval público de Pedro Sánchez, del presidente francés, Emmanuel Macron; la líder de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, así como Hamás, que ve «positivamente» cualquier propuesta que pase por la liberación de presos palestinos y el final de la guerra.
Presión doméstica al Gobierno
Netanyahu tiene ante sí una encrucijada política: u opta por su supervivencia o por la tregua que le ofrece su aliado. Sus socios ultras apoyan cualquier medida orientada a acabar con Hamás y anexionarse Gaza, pero aceptar un plan de paz acarrearía la retirada del apoyo político de estos grupos y, por consiguiente, la caída del primer ministro. Por otro lado, la oposición está dispuesta a apoyarle si acepta el plan de Biden, pero sus líderes insisten en que el jefe del Gobierno debe presentar una propuesta de posguerra bien planteada para la Franja de Gaza.
«El Gobierno israelí no puede ignorar el importante discurso del presidente Biden. Hay un acuerdo sobre la mesa y es necesario llevarlo a cabo», escribió el líder de la oposición, Yair Lapid, en redes sociales, para recordar además que Netanyahu tendría su apoyo si lo suscribe. Y a él se le unió el lobi por la liberación de los rehenes en manos de Hamás. «Esta podría ser la última oportunidad de salvar vidas. Por lo tanto, se debe cambiar el estado actual y esperamos que todos se adhieran de inmediato al acuerdo que está sobre la mesa. No hay otro camino hacia una situación mejor para todos», dijo Gili Roman, un activista cuya hermana ya fue liberada.
Más combates en Gaza
Mientras Netanyahu toma sus decisiones, continúa con las operaciones militares en Rafah y en la zona norte de Gaza, donde este sábado murieron 95 personas entre los combates y los bombardeos. La situación humanitaria sigue siendo crítica, y los menores muertos por inanición —ayer le tocó a un joven de 13 años en Deir al Balah— siguen sumándose a los asesinados, que ya alcanzan los 36.400, según las autoridades sanitarias gazatíes.