La violencia ensombrece las elecciones presidenciales de México

Héctor Estepa
Héctor Estepa VILLAHERMOSA (MÉXICO) / E. LA VOZ

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Miembros de la Guardia Nacional vigila la zona donde cayó abatido el candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez, en el estado de Guerrero.
Miembros de la Guardia Nacional vigila la zona donde cayó abatido el candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez, en el estado de Guerrero. David Guzmán | EFE

Un candidato a un alcaldía del estado de Guerrero fue la víctima 35 en caer asesinado durante la campaña electoral

30 may 2024 . Actualizado a las 21:45 h.

A las seis de la tarde del miércoles local (madrugada del jueves en España) un sicario acabó con la vida de José Cabrera, candidato a alcalde de Coyuca de Benítez, en Guerrero, uno de los estados que lidera la violencia en México. El homicida se coló, a plena luz del día, entre las personas que se concentraban en su mitin de fin de campaña y su cuerpo de seguridad, para dispararle dos veces en la nuca. Posteriormente el asesino fue abatido por los agentes presentes en el lugar. El suceso fue grabado y las imágenes han dado la vuelta al mundo. Cabrera es el 35 aspirante asesinado por el crimen organizado en un proceso electoral y un país marcados por la violencia.

Apenas unas horas antes el presidente Andrés Manuel López Obrador restaba importancia a los incidentes y a la crisis de seguridad en el país. «La violencia se desató por el abandono del pueblo y por el contubernio de las autoridades con la delincuencia organizada», expuso López Obrador, acusado por la oposición de supuestos pactos con los carteles de la droga. Algo que el mandatario rechaza, recordando siempre —volvió a hacerlo este miércoles— que el opositor Partido Acción Nacional (PAN) tuvo como secretario de Seguridad a Genaro García Luna, socio de Joaquín el Chapo Guzmán (que cumple una condena a cadena perpetua en una prisión de EE.UU.), entre otros escándalos. 

La violencia es, en cualquier caso, una piedra en el zapato para el Gobierno de López Obrador y la mayor tarea pendiente de Claudia Sheinbaum, su leal seguidora, exalcaldesa de la capital y gran favorita a ganar las elecciones del domingo y convertirse en la primera presidenta de México.

El actual Gobierno propuso un programa de «abrazos y no balazos», con programas sociales para paliar la violencia y la creación de una Guardia Nacional militar, pero sus logros se han demostrado escasos.

180.000 asesinados desde el 2018

El de López Obrador es el sexenio con más homicidios de la historia de México. Unas 180.000 personas han sido asesinadas desde el 2018. La presidencia achaca parte de esas muertes a la herencia recibida del anterior Gobierno.

La cifra de homicidios cayó un 5,3 % en el 2023 y suma cuatro años consecutivos bajando. Es importante, pero aún hay 30.500 asesinatos al año y otros delitos, como la extorsión, han aumentado a rebufo del menor lucro con el tráfico de drogas debido a que los precios de la cocaína y, sobre todo, de la heroína, se han resentido con la irrupción del fentanilo en EE.UU., una droga más sencilla de producir de forma masiva.

Sheinbaum ha pasado por el tema de puntillas en campaña, como parte de su estrategia para no dañar su base de votantes y los 20 puntos que le saca a su rival, la opositora Xochitl Gálvez. Su propuesta: la continuidad de la políticas actuales y fortalecer la Guardia Nacional, un modelo que no ha mostrado capacidad de hacer mella en el crimen organizado, que tiene incluso control territorial en algunas zonas del país.