Así fue la detención de «Dinamita Montilla», el asesino en serie de los 80 que cayó por el ADN en una cremallera y un vídeo en TikTok
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José Jurado Montilla, condenado a 123 años de cárcel por cuatro homicidios, era arrestado hace unos días como presunto autor del asesinato de un joven en Málaga en el 2022. Una investigación de película en la que los restos biológicos, pero también un profundo rastreo del Registro Civil, Tráfico y las partidas de bautismo señalaron a este hombre de 62 años de oscuro pasado
21 jun 2024 . Actualizado a las 10:49 h.Fue condenado a 123 años de cárcel por cuatro homicidios en la década de los 80, pero en el 2013 quedó en libertad. En más de una década apenas se supo nada del asesino en serie de Málaga, pero ahora su historial delictivo podría volver a engordar.
José Jurado Montilla, conocido como «Dinamita Montilla» o «El Titi» era detenido el pasado jueves en una pedanía de Valdebótoa, Badajoz, como investigado por un nuevo crimen. Y no precisamente reciente. A este hombre de 62 años se le acusa del asesinato de un joven en Los Ciegos en los Montes de Málaga en el año 2022.
La sorprendente detención tenía lugar dos años después de que David H., de 22 años, apareciese muerto en el parque natural con varias heridas por arma de fuego.
Un asesinato sin testigos
Qué le pasó exactamente a David todavía está por desenmarañar, pero el círculo está a punto de cerrarse.
A este joven malagueño se le perdió la pista el 29 de agosto del año 2022. Tenía era estudiante de Ingeniería Informática y no parecía tener conflictos. Como era habitual, aquella jornada de verano, fue a recoger algarrobas a una finca cercana a la de sus padres junto al río Guadalmedina. Ese mismo día tuvo lugar su última comunicación por WhatsApp con su familia y amigos. Lo que no sabía en ese momento el chico era que le esperaba un destino fatal, pero también que estaba dejando una pista determinante para la investigación. David le contó a los suyos en varios mensajes que se había encontrado en el monte con un señor mayor con una escopeta y que tenía «muy mala pinta».
Tras esos WhatsApps a los suyos, llegó el silencio. Nunca más se supo de David y su familia se inquietó. Ellos mismos acudieron a la zona en la que estaba, pero no dieron con él. Ese mismo día se organizó una batida que sí encontró el coche del joven. Todo apuntaba al peor desenlace. Y así fue: el cadáver de David estaba en una zona de difícil acceso, un área que había que conocer muy bien.
Lo más impactante era que el cuerpo tenía heridas de arma de fuego. Un disparo en la espalda y otro en el cuello, señal de que le habían rematado. ¿Quién se pudo ensañar así con David? ¿De qué pista se puede tirar en una zona en la que no hay testigos? Por no poder no se podía ni localizar el teléfono del autor o autora del crimen por la peculiaridad del lugar.
Dos años después, hay algo de luz sobre el caso del joven malagueño, aunque la investigación se está llevando en secreto. La Policía Nacional explicaba este lunes que «novedosos procedimientos en el ámbito de la Policía Científica han permitido seguir la pista de los vestigios de tipo biológico dejados por el homicida en el escenario del crimen», y finalmente proceder al arresto del presunto autor.
¿Dónde está entonces la clave del arresto de «Dinamita Montilla»? Pues en esosvestigios. Es decir, los restos de ADN que se hallaron en la cremallera de la mochila de la víctima. En la pestaña había restos del fallecido, pero también de quien le había dado muerte.
¿Qué pasó en realidad?
Los investigadores creen que David fue asesinado de un tiro en la espalda y posteriormente rematado en el suelo, tras cruzarse en mitad del campo con el presunto asesino, al que llegó a ofrecer agua de su propia botella.
Durante estos dos años los agentes han tomado declaraciones a cazadores y vecinos de la zona del crimen, y han buceado en archivos como el Registro Civil, Tráfico o las partidas de bautismo. Un crimen que recuerda en gran medida a la investigación que se hizo durante diez años para dar con el asesino de la vecina de Cabanas, Elisa Abruñedo.
En septiembre del 2023, los esfuerzos se centraron en la ciencia y se llevó a cabo un análisis «que no es habitual», más sofisticado, de los restos de ADN de la escena del crimen. Lo que hicieron fue un estudio de amplificación del cromosoma Y, una técnica que «no llega a poner nombres y apellidos» a la muestra, pero que permite dar con un pariente vía paterna del presunto asesino, ha apuntado el comisario jefe de Policía Científica, Salvador Romero.
Lo que sí se sabe es que, a partir de ahí, los agentes empezaron a trabajar con el árbol genealógico de esa persona, una investigación que estuvo «estancada» hasta el pasado abril, ya que el ADN del ahora detenido no figuraba en la base de datos de la Policía por increíble que parezca después de haber pasado 28 años en prisión, pero lo cierto es que lo preceptivo es la toma de huellas dactilares y fotografía. A esto hay que añadir además que había cambiado su nombre, lo que hizo aún más difícil la operación.
Una vez que lo identificaron como sospechoso, los agentes le siguieron a través de las redes sociales, específicamente de TikTok, donde tiene 3.400 seguidores y por donde difundía sus viajes por España. Jurado no tenía un domicilio fijo: «Hace una semana estaba en el norte de España, el martes pasado en Madrid y el miércoles en Badajoz». Así supieron los investigadores dónde estaba. El detenido subió un vídeo dentro del bar en el que fue detenido y la policía se le echó encima cuando estaba a solo cinco kilómetros de Portugal.
José Jurado no opuso resistencia cuando fue arrestado. Desde el principio, la Policía sostuvo que era alguien que conocía bien Los Montes de Málaga porque no es una zona de senderismo ni de fácil acceso.
El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, aseguraba ayer que este crimen «conmocionó Málaga» y que con esta «ardua» investigación se lanza el mensaje de que «no importa el tiempo que pase» o su dificultad, ya que se acabará «resolviendo el caso».
Sus cuatro asesinatos
Con este arresto, vuelve a la actualidad el historial de uno de los grandes asesinos en serie de los 80 que, de confirmarse, ha vuelto a matar en su zona preferida.
José Jurado tiene en su currículo delictivo cuatro homicidios en la provincia de Málaga. El 4 de mayo de 1987 fue detenido en Álora por las muertes de dos turistas, un inglés y un alemán que estaban de acampada en El Chorro y cuyos cadáveres fueron hallados con disparos y heridas de arma blanca.
Además de estos homicidios, fue condenado por el crimen de Antonio Paniagua, de 46 años y exchófer del cantaor Juanito Valderrama, cuyo cadáver fue hallado semicarbonizado en una casa de campo en el puerto de los Randos, en Campanillas en marzo de 1987.
El otro crimen por el que fue encarcelado, y el único que reconoce haber cometido, es el de un vecino del Puerto de la Torre de 57 años cuyo cuerpo fue hallado en noviembre de 1985 dentro de su cortijo en Almogía tapado con sacos, al que habían matado de un disparo de una escopeta.
Por todo esto se le condenó a 123 años de cárcel, pero Jurado salió a la calle en el 2013 tras la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que tumbó la doctrina Parot, que aplicaba los beneficios penitenciarios sobre la totalidad de la condena, en lugar de hacerlo sobre cada una de las penas, señala el periódico. Es decir, Jurado estuvo en la cárcel 28 años.
Según Diario Sur, no solo el asesinato de David podría engrosar su sangriento expediente. «Dinamita Montilla» ha sido interrogado por el caso de una sevillana a la que se le perdió la pista hace nueve meses.