El CNI declara la guerra a las «campañas de desinformación» a las puertas de las europeas

Melchor Sáiz Pardo MADRID / COLPISA

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Imagen de archivo del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la clausura de un congreso de ciberseguridad en Ávila el mes pasado
Imagen de archivo del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la clausura de un congreso de ciberseguridad en Ávila el mes pasado RAÚL SANCHIDRIÁN | EFE

Grande-Marlaska ordena identificar bulos que busquen «alterar la voluntad del votante» tras recientes avisos de Seguridad Nacional

20 may 2024 . Actualizado a las 07:00 h.

El Estado, a través de diferentes instituciones dedicadas a la seguridad, ha multiplicado en los últimos meses sus alertas públicas sobre el peligro para la estabilidad del país que suponen las campañas de desinformación, promovidas por agentes estatales y actores internos. Estos avisos se han intensificado en las últimas semanas, coincidiendo con la denuncia de Pedro Sánchez del uso de la «máquina del fango» con informaciones falsas contra su esposa.

El último documento oficial alertando sobre las campañas de noticias falsas es del 6 de mayo y lleva la firma del número 2 de Fernando Grande-Marlaska. En la denominada Instrucción 3/2024 sobre coordinación de las medidas y actuaciones en materia de seguridad con motivo de la celebración de las elecciones al Parlamento Europeo, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz, ordena a los mandos de las fuerzas de Seguridad del Estado que vuelquen el esfuerzo de sus equipos en «identificar posibles campañas de desinformación para alterar la voluntad del votante durante las elecciones».

En la instrucción, que es un refrito de las instrucciones que se emitieron para las elecciones generales del 2023, Interior se muestra preocupado por la posibilidad de que supuestas campañas de bulos puedan interferir en el «derecho al voto libre e informado» de los electores.

Días antes de que este protocolo fuera distribuido a los altos responsables de la seguridad del Estado, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) —en un documento fechado en febrero pero difundido a finales de abril— afirmaba que Estados extranjeros o agentes no estatales podrían aprovecharse de la actual «polarización social» para promover bulos como forma de dañar los intereses nacionales.

En la primera edición del denominado Observatorio de Riesgos de Ciberseguridad, elaborado por el Centro Criptológico Nacional (el corazón tecnológico del CNI), se apunta como amenaza para el país el «aumento de la polarización social». Un incremento de tensión que «incide y, al mismo tiempo, se ve acrecentado por las campañas de desinformación, una táctica de desestabilización que tiene por objetivo administraciones, empresas e individuos particulares». «En este contexto, la injerencia de los gobiernos extranjeros y de un hacktivismo híbrido al servicio de esos gobiernos, tanto mediante operaciones de desinformación como de desestabilización, se posicionan como un riesgo para la reputación y ciberseguridad de las organizaciones», señala el CNI. El espionaje español, aunque en ese espacio no menciona al Kremlin, en otros pasajes sí que se afirma que China, pero sobre todo Rusia, están dando «protección a grupos cibercriminales» dedicados a este hacktivismo híbrido en el que los bulos son uno de sus arietes.

Para el CNI no hay duda del «potencial lesivo» de estas «campañas de desinformación», acrecentadas por el «crecimiento de la inteligencia artificial y la injerencia extranjera». «Las noticias falsas se difunden hasta seis veces más rápido que las reales», según los servicios de inteligencia, lo que «confiere a las campañas de desinformación de contenidos y por medios digitales la capacidad de perjudicar la reputación de las organizaciones y causar ciberincidentes en un corto período de tiempo».Hace solo unas semanas, el Informe Anual de Seguridad Nacional 2023, de Presidencia del Gobierno, señalaba la desinformación como el principal riesgo para la seguridad nacional. «La pujanza de los extremismos violentos se ha visto favorecida por tendencias relacionadas con la proliferación de campañas de desinformación destinadas a polarizar a la sociedad y cuyos mensajes son explotados por grupos extremistas del espectro ideológico», apuntaba.

Grupos de interés

Antes de la denuncia de Sánchez sobre el acoso a su esposa, en diciembre, el Foro contra las Campañas de Desinformación en el Ámbito de la Seguridad Nacional, órgano creado por Moncloa en el 2020 para luchar contra los bulos que afectan a la estabilidad de la nación, llamó a neutralizar los «grupos de interés» que distribuyen noticias falsas. El informe afirmaba que en España existen «sectores de la opinión pública, en el ámbito político o económico, interesados en promover la desinformación, o en negar o desacreditar la realidad desde el marco de la posverdad al para beneficiar a sus propios intereses».