La madre de Gabriel, el niño que mató Ana Julia Quezada, denuncia que la asesina está grabando una docuserie desde la cárcel
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Patricia Ramírez asegura que una productora ha visitado varias veces a la mujer que asesinó a su hijo en la prisión donde cumple condena para hacer un «true crime» sobre el caso y pide que se paralice la producción
12 may 2024 . Actualizado a las 15:16 h.Alrededor de 700 personas, según las estimaciones de Policía Nacional, secundaron ayer sábado una concentración convocada por Patricia Ramírez, la madre del pequeño Gabriel Cruz que fue asesinado en el 2018 por la entonces pareja de su padre, Ana Julia Quezada, para pedir que se paralice la producción y emisión de un documental o true crime sobre el caso de su hijo que contaría con el testimonio de la asesina mediante grabaciones hechas en la prisión de Brieva (Ávila) donde cumple su pena de prisión permanente revisable.
«Hago un llamamiento a todas las instituciones para que se coordinen», manifestó la madre de pequeño Gabriel durante una intervención en la que volvió a pedir ayuda para impedir el proyecto audiovisual y que ha tenido lugar en el espacio de La Ballena, junto a la playa de las Almadrabillas, donde existe una placa en recuerdo del pescaíto ya que este fue el lugar que espotáneamente se usó para rendir homenaje a su memoria hace seis años.
La concentración estuvo precedida de una concurrida marcha que ha arrancado a las 19,00 horas desde la Puerta de Purchena de Almería al grito de «Nuestros peces no se venden» o «No es una serie, es nuestra vida», donde la propia Patricia Ramírez repartió tarjetas y animó a transeúntes a que se unieran a la manifestación que encabezó durante los casi 900 metros de recorrido y que se fue engrosando progresivamente conforme llegaba al lugar de la concentración.
La madre de Gabriel, que disculpó la ausencia del padre del niño, Ángel Cruz, porque se encuentra trabajando en el extranjero, agradeció el apoyo a «toda la marea de buena gente» a la que, según dijo, vuelve a recurrir después de «meses de intentar a través de las administraciones, oficinas de asistencia a las víctimas y órganos» como el propio Ministerio del Interior, poner fin a las supuestas grabaciones que se efectúan en el interior de prisión por parte de la presa.
Así, insistió en las «irregularidades» que se habrían producido en el interior de la prisión, donde a través de una «fuente directa», según aseveró, habría sabido que Ana Julia Quezada tendría acceso a un teléfono móvil mediante el cual poder grabar imágenes y audios con la «complicidad» de determinados funcionarios y sin permiso de sus superiores.
Patricia Ramírez incidió en que dicha serie o documental estaría gestionado por la misma productora audiovisual que hace tres años, y con la supuesta contribución del abogado de Ana Julia Quezada, el letrado Esteban Hernández-Thiel, ya le ofreció grabar un true crime sobre el caso de su hijo, a lo que se negaron dado su rechazo a «lucrarse» con la imagen de su pequeño.
«También hemos tenido conocimiento en estas dos últimas semanas de que varios periodistas han podido acceder a ella e incluso hacerle las preview para terminar con esta pieza», abundó Ramírez, quien afeó que «cualquier medio de comunicación se dignase a darle voz a la asesina» de Gabriel Cruz, más aún si existe una contraprestación económica pese a que ello sea excusa para abonar la responsabilidad civil a la que fue condenada, y que asciende a medio millón de euros.
La mujer, quien manifestó no estar en contra de los show crimes de forma general, reivindicó su papel de madre para decidir si la imagen y recuerdo de su hijo puede ser utilizado para un nuevo producto audiovisual. «Nos merecemos primero que esta mujer se salte las normas dentro de prisión y segundo, que alguien le ponga un micrófono, ya sea con consentimiento o sin él», recalcó. Lo hizo después del debate que mantuvo en redes sociales en los últimos días con Antonio del Castillo, padre de Marta del Castillo, que sí se mostraba a favor de este tipo de producciones en casos como el de su hija, cuyo cuerpo no ha aparecido.
Ramírez insistió en que «jamás hemos querido que Gabriel fuera objeto de venta o de mercadeo» pese a que se le han ofrecido series, documentales, películas e incluso usar el nombre de su hijo para poner nombres a acuarios. «Pedimos retirarnos en paz, en la intimidad, para intentar reconstruir nuestras vidas y buscar un nuevo sentido para vivir», imploró durante su interlocución en la que, en varias ocasiones, se ha roto ante los aplausos de la multitud.
«Nuestros hijos no son ficción», dijo antes de recordar otros casos de otras víctimas que también se han visto afectadas por estas series, sentido en el que ha aludido a la polémica suscitada por el reportaje del crimen de la Guardia Urbana de Barcelona, que según recordó durante esta jornada es objeto de «contienda judicial precisamente por las malas prácticas a la hora de grabarla».
Así, llamó a parar cualquier producción para evitar que «cualquier asesino» pueda salir en televisión y se le pueda «pagar», por lo que en tal caso se podrán «lucrar contando tan terribles situaciones y obviando el dolor de su familia, pero sobre todo el permiso»
«¿Queremos convertirnos en Estados Unidos, donde los asesinos tienen club de fans? ¿En este país le pagamos al Chicle, a asesinos de ETA o al Rafita y los ponemos también en frente de un micrófono? Si no lo paramos, esto es lo que va a pasar», dijo Ramírez al respecto en la rueda de prensa previa que ofreció en la mañana del sábado.
Además de la cascada de querellas anunciada para evitar la producción, Patricia Ramírez tambiéndetalló que ha pedido la solicitud de asistencia a distintas comisiones del Congreso y al Senado, toda vez que informó a Interior de sus iniciativas por lo que confía en que «paralicen esta situación que jamás debería haberse dado».
El «true crime», un género en auge en España
Antonio del Castillo participó en la primera docuserie que abordó el caso de hija, ¿Dónde está Marta?, estrenada en Netflix en noviembre del 2021 y hecha con el consentimiento de la familia de la joven sevillana.
Más recientemente, otros mediáticos casos como el de Daniel Sancho, juzgado por la muerte del cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, llevó a la plataforma HBO MAX a estrenar a principios de abril una serie documental que investiga «en tiempo real» este suceso y su proceso judicial.
El pasado mes de abril Netflix estrenaba una miniserie, El caso Asunta, sobre el asesinato de la niña de 12 años Asunta Basterra que tenía lugar en Santiago en el 2013 y por el que fueron condenados sus padres, Rosario Porto y Alfonso Basterra.