Netanyahu, presionado por sus socios ultras para lanzar la invasión de Rafah

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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Un soldado israelí camina junto a una hilera de tanques posicionados en la frontera cerca de Rafah.
Un soldado israelí camina junto a una hilera de tanques posicionados en la frontera cerca de Rafah. Amir Cohen | REUTERS

Hamás responderá este lunes a la última oferta de Tel Aviv para alcanzar una tregua, mientras Estados Unidos maniobra

29 abr 2024 . Actualizado a las 09:48 h.

«Solo Estados Unidos puede impedir que Israel invada Rafah», aseguró este domingo el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás. El tiempo se acaba. Solo hace falta un pequeño ataque, dijo el mandatario, para obligar a todos los palestinos a abandonar la Franja «y seremos testigos de la mayor catástrofe en la historia de nuestro pueblo». Al mismo tiempo, una delegación de Hamás se dirigía a Egipto para responder in extremis a la última contraoferta israelí de tregua. 

La nueva propuesta de Tel Aviv incluye «muchas de las demandas» en las que Hamás lleva meses insistiendo, informaron a Efe fuentes de seguridad egipcias y del movimiento islamista. Y mientas espera la contestación (prevista para este lunes), Israel ha aceptado no iniciar la invasión de Rafah hasta escuchar los consejos estadounidenses, dijo John Kirby, portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Washington insiste en que no apoyará la ofensiva terrestre mientras no haya un plan para evacuar al más del millón de civiles hacinados en Rafah.

«Imploramos a EE.UU. que pida a Israel que se detenga», dijo Abás. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, trasladará este lunes esa presión a sus socios regionales en el Foro Económico Mundial en Arabia Saudí.

Y entre presiones y presiones, el cisma en el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu se vuelve más profundo. Por un lado, Benny Gantz, ministro del gabinete de guerra, dice que si el Gobierno rechaza un acuerdo para liberar a los rehenes «no tendrá derecho a seguir existiendo». Por otro, los ultranacionalistas Itamar Ben Gvir (Seguridad Nacional) y Bezalel Smotrich (Finanzas) insisten en exactamente lo contrario y este domingo volvieron a advertir: si se acepta un acuerdo de tregua y el Ejército no entra en Rafah, romperán la coalición de Gobierno.

Como eterno líder de la oposición, Yair Lapid apoyaba a Gantz: «El Gobierno tiene que elegir. Devolver vivos a los secuestrados o a Ben Gvir y Smotrich».

Los gazatíes poco se preocupan por ese tira y afloja. Ellos tienen miedo del hambre, de unirse a los casi 34.500 muertos, de una ola de calor que ya ha acabado con la vida de dos pequeños. Y también se preocupan por el agua. «Los gazatíes están bebiendo agua que no es segura, poniendo en riesgo sus vidas», aseguró el sábado el Ministerio de Sanidad de Gaza. Con el Laboratorio de Salud Pública cerrado, se ha perdido toda capacidad para analizar y clorar el agua potable.

Estudiantes propalestinos en el campus de la Universidad de Nueva York.
Estudiantes propalestinos en el campus de la Universidad de Nueva York. David Dee Delgado | REUTERS

Las manifestaciones propalestinas en las universidades de EE.UU. dejan ya más de 700 arrestos

Los manifestantes propalestinos detenidos llegan a más de 700, después de diez días de acampadas en más de 40 universidades y centros académicos de Estados Unidos. Los últimos arrestos se produjeron durante la noche del sábado al domingo en Boston, San Luis, Arizona e Indiana. Solo en la universidad de San Luis hubo más de 80 detenidos, entre ellos la candidata independiente a las presidenciales de noviembre, Jill Stein. El acceso al campus se cerró temporalmente.

La Administración Biden no ha tomado cartas en este asunto más allá de encomendar a Douglas Emhoff, segundo caballero del país y marido de la vicepresidenta, Kamala Harris, que emprenda conversaciones con algunas de las autoridades universitarias. No obstante, fuentes próximas a las conversaciones han indicado al portal de noticias Politico que Emhoff, uno de los judíos más prominentes del país, ha percibido que algunas de estas concentraciones esconden una vena «violenta, antisemita e inaceptable».

La portavoz adjunta de la Casa Blanca, Robyn Patterson, se ha limitado a repetir las líneas maestras de la breve declaración formulada el pasado lunes por el presidente Biden, quien reprochó simultáneamente tanto «las protestas antisemitas» como también «a quienes no entiende lo que está pasando con los palestinos».

Asociaciones de estudiantes de la Franja de Gaza, por su parte, han aplaudido el gesto de «solidaridad» exhibido por los participantes de las acampadas. «Damos la bienvenida a los ejemplos de solidaridad exhibidos por estos estudiantes, que se enfrentan al arresto, a la violencia policial y a la detención», han hecho saber un comunicado publicado por el diario Felestin, vinculado a Hamás.