Mara Mariño, terapeuta de pareja y sexóloga: «En una primera cita hay que preguntar si un chico es feminista»

¿Se puede identificar a un machista nada más conocerlo? Además de autora de Todo lo que mi novio debe saber sobre feminismo, la terapeurta de pareja y sexóloga Mara Mariño acaba de lanzar Bienquererse, la plataforma en la que ofrece terapia online. Por eso, dice que este tema lo tiene «fresquísimo» y habla sin tapujos de las red flags a las que debemos atender.  

—¿Es posible detectar a un machista en una primera cita?

—Sí. De hecho, es bastante fácil, porque no son comportamientos que traten de esconder. Pero sí que es cierto que cuando empezamos a quedar con alguien que nos gusta, tenemos la dopamina por las nubes. Esto nos provoca un estado de alegría y euforia que nos puede llevar a pasar por alto estos comportamientos, porque estamos «borrachas» de motivación y deseo. 

—¿En qué conductas podemos fijarnos?

—Tenemos que ver si tiene actitudes paternalistas o si tiene expectativas de género; por ejemplo, si espera que llegues a la cita vestida o maquillada de una determinada forma. Los comentarios también son clave: si hace chistes sexistas, te dice cosas como «ya lo tenéis todo conseguido», o todo lo que pueda salir de un grupo de WhatsApp de futboleros. Otro aspecto que a las feministas nos preocupa mucho es la criminalización del pasado sexual, es decir, una mentalidad que juzgue la vida sexual de las mujeres.

—¿Hay alguna pregunta clave que podamos hacer para detectar a un machista?

—Se le puede preguntar tranquilísimamente si es feminista. Aquí puede ser que te pregunte qué es el feminismo, porque es cierto que hay muchos chicos que de primeras no se llamarían a sí mismos feministas, pero cuando tú les explicas que es la igualdad entre hombres y mujeres es algo que, no solo entienden, sino que defienden. Esa pregunta es clave.

—¿Qué pasa con lo de pagar la cuenta?

—No tiene que invitarte por el hecho de ser el hombre de la cita. Puede invitar si le apetece, igual que puede hacerlo la chica. Que eso no sea un regalo envenenado, no necesitamos que se nos tenga entre algodones.

—¿Cómo debemos proceder si detectamos alguna de estas conductas en la primera cita?

—Yo recomiendo sacar el tema y hablarlo. Creo que no hay que pensar mal y que el hecho de que haga algún gesto que a ti te rechine un poco, no significa que tengas que mover a esa persona a la papelera. Tenemos que entender que ser consciente de estos temas es un proceso, y que puede que esa persona esté abierta a entrar en él, pero que haya que ayudarla. Soy partidaria de conceder el beneficio de la duda, porque creo que si no, estamos cerrándonos a conocer a personas que pueden cambiar. Si esa persona se siente atraída por ti y quiere seguir conociéndote, va a estar más receptiva y dispuesta a afrontar estas conversaciones con una mente abierta.

—En este punto, entiendo que la reacción de la otra persona es clave.

Sí, porque la comunicación no solo te está permitiendo a ti poner el tema sobre la mesa, sino que también te da la oportunidad de recibir mucha información de la otra persona. Si ves que responde con ira, agresividad o mala educación, ya te está diciendo que no es la persona adecuada en ese momento. En cambio, si lo que le dices lo asume y se interesa, esa red flag pasa a ser una orange flag.

—¿Estas cosas se detectan igual a todas las edades?

Creo que son más fáciles de detectar según nos vamos haciendo más mayores. Por un lado, por el tema hormonal y, por otro, por la falta de experiencia. En la adolescencia no sabemos lo que es estar en una relación machista y corremos más riesgo de poder caer en ellas. A eso hay que sumar la madurez, tenemos conversaciones diferentes con nuestro entorno y vemos las cosas de forma diferente.

—¿Qué puede ocurrir si pasamos por alto estos comportamientos machistas?

Podemos terminar en una relación desigual, que no es lo que llamamos, per se, una relación tóxica. Lo más posible es que esa mentalidad no se quede solamente en la primera cita, sino que será el hilo conductor de la relación. Si espera que a la primera cita vayas muy arreglada y superfemenina, y no quiere que pagues porque eres la chica, puede significar que espere que renuncies a tu trabajo y te quedes en casa cuidando a los hijos.

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