Un avión militar traerá a España a Álex tras su tormentosa estancia en Tailandia
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Un avión medicalizado ha despegado desde la base militar de Torrejón de Ardoz con destino a Bangkok para recoger al donostiarra aquejado de una pancreatitis aguda que lo llevó a estar hospitalizado en estado crítico
21 abr 2024 . Actualizado a las 13:24 h.La ministra de Defensa, Margarita Robles, había confirmado este viernes que el Gobierno acudía al rescate de Álex García, el español que lleva dos meses ingresado con pancreatitis aguda en un hospital tailandés. El estado de salud del joven donostiarra, de 36 años, es crítico, por lo que Robles ha tildado la «aeroevacuación» militar de «complicada». «Uno de los viajes más difíciles que se van a hacer», ha ahondado la titular del Ministerio, que anunciaba un amplio despliegue para salvar la vida de Álex.
Así, a las 17 horas de este viernes, un avión militar ha despegado desde la base militar de Torrejón de Ardoz en Madrid con destino a Bangkok. Dado que el vasco Álex García permanece ingresado en cuidados intensivos del Hospital Samitivej de la capital tailandesa, desde España parten cinco médicos y cuatro enfermeros militares «absolutamente preparados» para intentar traerlo de vuelta a nuestro país con todas las garantías sanitarias posibles.
Robles ha querido aprovechar para trasladar que ha estado en contacto «permanente» con la familia del joven, natural de San Sebastián, y que, en cuanto el Ministerio de Defensa tuvo conocimiento de la situación, se puso a trabajar para facilitar su vuelta. La cartera que dirige era consciente de que, para García, «el tiempo es oro».
El joven ya ha cumplido casi dos meses de ingreso hospitalario, con su vida corriendo grave peligro. Fue concatenando una serie de circunstancias que acabaron por perjudicar gravemente su estado de salud. «Solo hemos pagado, pagado y pagado, y él está empeorando. Está pendiente de un hilo. Hay que repatriarlo urgentemente y tratarlo en España», reclama su mujer, Usoa Martínez. Álex se desplazó con ella al país asiático después de que, antes de viajar, el médico que le atendió en Euskadi le dijera que las molestias que sufría eran debidas a «gases» y que no tenía «nada».
Según ha relatado a Efe su prima y portavoz de la familia, Janire Galas, una vez en el país asiático, adonde la pareja acudió con una póliza de seguros, el hombre comenzó a «sentirse mal», por lo que fue hospitalizado con una «pancreatitis necrotizante de origen biliar a un 30 %».
Transcurrido un mes, ha explicado Galas, el seguro hizo un primer intento de repatriación a través de una línea aérea regular, acompañado por un médico, aunque el viaje se frustró porque, al ir a embarcar, el piloto no lo permitió debido a que estaba «vomitando», tras lo que ingresó en un segundo hospital, el Samitivej de Bangkok, donde además le detectaron una neumonía entre otras complicaciones.
Sufrió un paro cardíaco y acabó intubado
Paulatinamente, su situación fue «empeorando», hasta que sufrió un «paro cardíaco» que obligó a intubarlo y el hospital empezó a referir una serie de «incongruencias» a la familia que, según Galas, los allegados del enfermo «no entendían». En paralelo, los parientes contactaron con la aseguradora para pedir que fuera repatriado en una ambulancia aérea, a lo que la compañía respondió que esta posibilidad «no se contemplaba en la póliza», a pesar de que, según Galas, en este documento aparece un apartado con la frase «repatriación ilimitada».
Finalmente, ante el «empeoramiento» de la situación, la familia hizo el «esfuerzo» de contratar una ambulancia aérea privada con dos médicos que fueron a Tailandia a ver al enfermo, pero un día antes de la repatriación la aseguradora comunicó la existencia de un «excedido» de la póliza con una factura que «había que pagar». Galas recuerda que, de esta manera, llegado el momento, una hora antes del viaje, la Administración del hospital reclamó un abono de 26.500 euros que faltaban por satisfacer, un pago que obligó a los allegados del enfermo a «endeudarse aún más».
El afectado llegó así «superalterado» al aeropuerto, donde los encargados del segundo intento privado de repatriación le hicieron un chequeo que determinó que necesitaba 30 litros de oxígeno, cuando el informe del hospital reflejaba que precisaba cuatro, por lo que decidieron romper el contrato, no trasladarlo y devolverlo al hospital. Una coyuntura ante la que, la embajada de España les comunicó que «a parte de los visados y los pasaportes no pueden hacer nada», según Galas.
Rescate in extremis
A comienzos de esta semana, la familia de Álex, recibió un informe del hospital que señalaba que la repatriación aún era posible, aunque remarcaba que debería de «volar ya» y que debería hacerlo «lo más rápido que se pueda porque hay riesgo de hemorragia interna severa». El informe advierte asimismo de que la pancreatitis necrotizante ha aumentado «del 30 % al 50 %» y de que «los antibióticos que están usando ya no le hacen nada». Sus allegados indican que «el hospital ha facturado 140.000 euros simplemente para estabilizar» al paciente, pero sin «tocar» una enfermedad que, según refiere este centro, «se tiene que tratar en España».
Finalmente, la petición de ayuda de la familia al Gobierno ha surtido efecto y se espera que este fin de semana Álex García esté de vuelta en España gracias a la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire desplazada a Tailandia en las últimas horas.