
Los pactos con el Ejecutivo han ayudado a la izquierda aberzale a mostrarse como fuerza de gobierno, al tiempo que ha reforzado su mensaje progresista
17 abr 2024 . Actualizado a las 08:25 h.Las sacudidas del tramo final de campaña van a poner a prueba la estrategia de EH Bildu, que por ahora los situaba al frente en las encuestas. Ese resultado, de materializarse, sería histórico porque el PNV, aunque con mayorías relativas, siempre ha sido la primera fuerza política.
La izquierda aberzale, a través de sus acuerdos con el Ejecutivo del PSOE y Sumar, ha intentado mostrarse como una fuerza de gobierno, un papel que antes ejercía en solitario el PNV. En ocasiones, ha sido descrito como el socio más fiable del Ejecutivo, porque no puso condiciones en público para la investidura de Pedro Sánchez.
Pero además Bildu ha dulcificado su discurso. Sobre todo el que pronuncia en castellano, una lengua que utiliza con frecuencia en sus mítines y comunicados dada la dificultad de llegar en euskera a toda la población.
Sus representantes en el Congreso se han centrado en las propuestas sociales. En la lucha contra los desahucios, la pobreza o el machismo. El giro no es reciente, ya en el 2016 Oskar Matute afirmaba que «EH Bildu siempre ha tenido un discurso social, otra cosa es cómo se trasladara, más del 80 % de nuestras propuestas son sociales». Mientras, en euskera se pronuncian más mensajes soberanistas o independentistas.
Las redes sociales, en las que la izquierda aberzale muestra un poderío equiparable al de otras formaciones nacionalistas o vinculadas a la nueva política, son una fuente inacabable de ejemplos. Esta misma semana, en la cuenta de X (antes Twitter) de Bildu aparecen mensajes de Ernai —una organización juvenil nacionalista— que anuncian solo en vasco que los jóvenes votarán a Bildu para mejorar sus condiciones de vida y «avanzar en el proceso independentista porque estamos comprometidos con este pueblo». Mientras que en los dos idiomas se habla de industria, de la carestía de la vida, de sanidad o de la pandemia.
Bildu ha sumado así apoyos desde el nacionalismo y la izquierda, mientras la oposición intenta desnudarlos con acusaciones de que ocultan sus planes, como ocurrió con el PPdeG y el BNG en la campaña gallega.