Una rebaja fiscal ya aplicada, la primera crisis del Gobierno luso
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El primer ministro anunció que reduciría cerca de 1.500 millones de euros euros en el IRPF, pero 1.330 ya habían sido rebajados por los socialistas
16 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Las críticas han caído en cascada. Medios, ciudadanos y los demás partidos exigen explicaciones al Ejecutivo del conservador Luís Montenegro inmediatamente después de que el Parlamento haya aprobado el programa de Gobierno de los conservadores. El problema, de hecho, se remite a la presentación del propio programa, cuando Luís Montenegro, en la sesión de debate sostenida el pasado jueves, dijo que aplicaría de inmediato una reducción del IRPF.
Literalmente, el primer ministro dijo que aprobaría «en la próxima semana [la actual] una propuesta de ley que altera el artículo 68.º del Código del IRPF, introduciendo una bajada de las tasas sobre los ingresos hasta el octavo escalón, que va a suponer una disminución global de cerca de 1.500 millones de euros en los impuestos del trabajo de los portugueses frente al año pasado, especialmente sentida en la clase media».
Sin embargo, y como hizo notar en la sesión el líder de Iniciativa Liberal, Rui Rocha, la afirmación de Montenegro era falsa, porque el Gobierno no hará sino pequeños ajustes a una reducción ya aplicada por António Costa. Significa que, de estos 1.500 millones, unos 1.330 ya habían sido implementados por el Gobierno socialista. En la práctica, el actual Ejecutivo solo invierte 200 millones.
Una «desfachatez»
La presidenta del grupo parlamentario socialista, Alexandra Leitão, dijo el sábado que el anuncio había sido una «desfachatez» y la «comprobación de la falta de credibilidad del Gobierno». Los socialistas pedirán al Parlamento un debate urgente con el ministro de Finanzas, mientras Chega exige que responda ante la comisión de presupuestos y finanzas.
El Gobierno, si bien admite cierta «ambigüedad» o «error de comunicación», como reconoció el ministro de Cohesión Territorial, Manuel Castro Almeida, insiste en que, en la práctica, los ciudadanos pagarán 1.500 millones de euros menos en impuestos. El incremento de 200 millones afectará a los tres últimos tramos del impuesto, con descuentos para las rentas más altas que no se contemplaban hasta ahora. «Es una marca de lo que será la política de impuestos de nuestro Gobierno», dijo Castro. Además, en un comunicado oficial, el Gobierno trató de aclarar la situación: «Esta afirmación es factualmente verdadera e innegable. Es lo que ocurrirá la próxima semana».
Reputados comentaristas televisivos, como el exlíder del PSD Luís Marques Mendes, reconocen que el caso «supone un daño serio a la reputación del Gobierno».
España y Portugal renuevan el frente ibérico en la UE tras el cambio político
Luís Montenegro ha elegido Madrid para su primer viaje como primer ministro de Portugal con la intención de mantener la relación entre ambos países, especialmente estrecha durante la etapa de coexistencia de Pedro Sánchez y António Costa, ambos socialistas. Tras el encuentro, en la Moncloa, Sánchez subrayó que España y Portugal son «historia, presente y futuro compartido» y destacó que ambos países comparten retos e intereses comunes. Además, aseguró que los dos seguirán impulsando una Europa más competitiva y social.
Han tenido especial peso las cuestiones transfronterizas: «En el marco del uso de los fondos Next Generation, hemos hablado de las interconexiones de tren, de carreteras, puentes o energéticas», resumía Sánchez tras el encuentro. «Compartimos la frontera más antigua de Europa, y con la cooperación local y regional de las últimas décadas, estamos logrando hacer de ella un espacio de intercambio, un eje de contacto de comercio, industria, cultura y territorio». Cuestiones que deben ser analizadas en detalle durante la próxima cumbre bilateral, que se celebrará en otoño en Portugal. Las infraestructuras, movilidad y política medioambiental serán las áreas más relevantes.
Uno de los asuntos principales de la reunión era abordar la situación de Oriente Medio. Si bien Luís Montenegro ha incluido en su programa de Gobierno la necesidad de reconocer el Estado de Palestina —una propuesta que no contemplaba en su campaña electoral—, ha diferido en las formas: prefiere esperar a un reconocimiento multilateral y no avanzar individualmente.