Blanca Guilera desvela de una forma amena y llena de humor curiosidades y cotilleos de algunos de los cuadros más importantes de la historia en su obra en «Lo que los libros de historia del arte no que sepas»
16 abr 2024 . Actualizado a las 09:02 h.¿Sabías que El jardín de las delicias de El Bosco está lleno de simbolismos sexuales que se plasman a través de unas (aparentemente) inocentes fresas? ¿O que gracias a la película Stuart Little se localizó un valioso cuadro que llevaba un siglo desaparecido? Estas son solo dos de las historias que relata Blanca Guilera en Lo que los libros de historia del arte no quieren que sepas, un viaje enriquecedor y divertido a través de algunas de las obras más icónicas de nuestra historia (y de otras que no lo son tanto), que permite ver los cuadros desde otra perspectiva mucho más amena.
Aquellos que naveguen a través de las páginas de este libro no se toparán con un tratado sesudo cargado de simbolismos que analizan la iconografía o la parte más canónica y teórica del arte. Sino la otra historia del arte, la que viene cargada de salseos, anécdotas, curiosidades y toda clase de datos que también ayudan (y mucho) a acercar al gran público a un saber que a muchos ahuyenta por entender que se trata de una materia compleja y no apta para cualquier ojo. La recopilación de cuadros de Guilera promete regalar muchos buenos momentos de lectura a aquellos que se han interesado por la historia del arte, pero nunca han encontrado a nadie que supiera cómo enseñársela. A lo largo de las más de cuarenta obras que se van desgranando, los lectores encontrarán un libro en el que aprenderán todo sobre las obras más importantes de la historia, pero «desde un punto de vista mucho más atrevido, picante y travieso», tal y como explican los editores de Random Cómics. Pasear por las casi 190 páginas permitirá a muchos descubrir con estupor qué pueden tener en común Frida Kahlo y la exitosa cantante Taylor Swift. Sorprenderse con aquellos elementos que unen al artista prerrafaelista Millais con el triángulo amoroso de los libros de Crepúsculo o incluso toparse con algunos cuadros de Caravaggio que eran en sí mismos la confesión de un crimen. Una lectura deliciosa, sencilla, llena de humor que también es en sí misma una obra de divulgación realmente interesante tanto para los más mayores como para los pequeños.
Y todo ello aderezado con una perspectiva feminista y ciertas dosis de concienciación. Porque a pesar de que la historia se ha olvidado a lo largo de muchos siglos de la existencia de mujeres pintoras con gran talento, Blanca Guilera se propuso firmemente darles el lugar que les correspondía. «Que hubiera mujeres artistas me parecía importante, porque cuando hablo de salseo y de cuadros de la historia, en muchos de ellos hay desnudos femeninos. No podemos negar que esos desnudos existen, pero es que también existen mujeres creadoras además de mujeres modelos. Y es el momento de reivindicarlas. Hay mujeres importantes como Elisabeth Siddal, que no solo era musa de los prerrafaelitas, sino que también era poeta y hacía arte», explica la autora, que lleva varios años concienciando y divulgando con el mismo humor que caracteriza al libro a través de una cuenta de TikTok en la que cuenta con más de 800.000 seguidores.
Llegar hasta la selección final no fue una tarea sencilla. En los primeros compases para componer el libro, sobre su mesa había más de 200 obras (entre las que se encontraban también esculturas), pero finalmente decidió centrarse solo en la parte pictórica y, además, dejarse por el camino un buen puñado de lienzos para quedarse finalmente con cuarenta capítulos. «Para escogerlos, es cierto que el tema del salseo fue una parte importante, porque es la forma en la que he querido acercarme a la historia del arte y porque en el fondo todos somos un poco marujas. Pero también quería que hubiese diversidad de temas. Hemos tratado la familia, el amor, la sexualidad, la religión o incluso arte abstracto», sentencia.