Oriol Junqueras, el as bajo la manga de ERC para lucir independentismo

Carlos Peralta
C. Peralta REDACCIÓN / LA VOZ

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, junto al presidente de la formación republicana, Oriol Junqueras.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, junto al presidente de la formación republicana, Oriol Junqueras. ANDREU DALMAU

Deberá sacar rédito de su carisma sin perjudicar al candidato republicano

06 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 22 de enero, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, fue ratificado como candidato de ERC para las próximas elecciones. Se esfumaba de un plumazo la alargada sombra del presidente de la formación, Oriol Junqueras, inhabilitado hasta el 2031. La tramitación de la amnistía avanzaba y despejaba su camino para volver a la Generalitat. En enero, Aragonès reiteraba que su firme intención era acabar la legislatura y, por tanto, celebrar las elecciones autonómicas en febrero del 2025. Sin embargo, el portazo de los comunes a los presupuestos provocó una reacción inmediata en los republicanos: las elecciones serán el 12 de mayo.

ERC apuesta por una lista continuista, con Aragonès como número 1; su vicepresidenta, Laura Vilagrà, como número dos. Otros cargos relevantes esta legislatura encabezan las listas de Tarragona, Lérida y Gerona. Todas las cartas están sobre la mesa. Y el comodín o joker bien puede ser Oriol Junqueras. «En muchos aspectos es el líder moral», asegura Ignacio Jurado, doctor en Ciencias Políticas en la Universidad de Oxford. «Tendrá que ir con cuidado ante el peligro de poder eclipsar a Aragonès», advierte Toni Aira, profesor de Comunicación Política de la UPF Barcelona School of Management, que asegura que la candidatura de Aragonès es el paso lógico: «Nadie hubiera entendido que el titular no saliera a defender el título».

Cronología de la trayectoria de Oriol Junqueras, presidente de ERC
Cronología de la trayectoria de Oriol Junqueras, presidente de ERC

Retorno a largo plazo

En ERC no descartan que Junqueras sea candidato más adelante, ya con su inhabilitación borrada por la amnistía. «Puede ser un valor electoral a corto plazo, pero sería más difícil generar acuerdos», apunta Jurado, que advierte de un «doble juego» en la campaña republicana. Por un lado, Pere Aragonès y la vertiente «gubernamental», en la que ERC se reivindicará como un partido capaz de gestionar el día a día. Aragonès ha sido el primer presidente de la Generalitat de Esquerra Republicana en esta etapa democrática. Y, por otro, está Junqueras como «guardián de las esencias» de las reivindicaciones independentistas, añade Jurado. La precampaña, eso sí, anticipa un posible viraje en ERC: Aragonès ha puesto sobre la mesa la llamada financiación singular para Cataluña y una propuesta de referendo al Gobierno central. «Es incoherente con la línea que han seguido estos años», reflexiona Aira.

«Hay una apuesta de futuro. Por una vez, Junqueras parece un líder que mira al largo plazo, lo cual en Cataluña es muy infrecuente», reflexiona Joan Botella, catedrático de Ciencia Política en la Autónoma de Barcelona, que estima que el exvicepresidente de la Generalitat emula el modo de proceder del PNV. En este partido, el presidente [Andoni Ortuzar desde el 2013] no ocupa ningún cargo institucional, pero dirige la formación.

Junqueras también se impuso ligeramente en el Centro de Estudios de Opinión —el llamado CIS catalán— a Aragonès. Es mejor valorado por los votantes de ERC, pero también por los de Junts, el PSC, la CUP y los comunes. «Es más transversal», sentencia Jurado. También es más conocido para los votantes en general. Un 94,3 % conocen a Junqueras, por un 85,1 % que identifican a Aragonès. Fuentes expertas en politología advirtieron, de hecho, que un deber pendiente del presidente de la Generalitat ha sido no saber proyectarse más y mejor a través de las instituciones. «Junqueras es una persona menos de izquierdas que el grueso de ERC. Esto ha contribuido a situarle en el centro político», asegura Botella, que también destaca la capacidad del político barcelonés para apaciguar las tensiones internas de los republicanos.

Un contrapunto a Puigdemont

Solo un político es más conocido que los dos líderes de ERC: Carles Puigdemont, con casi el 100 % de los encuestados. «Junqueras tiene credenciales, pero el principal capital simbólico lo tiene Puigdemont», asegura Jurado, más aún si cabe con la incidencia de Junts en la validación de la ley de amnistía. «Son dos figuras muy diferentes», reflexiona Aira, que recomendaría a Aragonès, en clave de comunicación política, «no intentar entrar a cierto grado de brega o disputa dialéctica». A ese ruedo podría entrar Junqueras como ariete. «Aunque muchos lo vean quemado, sigue teniendo fuerza y proyección», cree Aira.

Ambos fueron las piezas claves el 1 de octubre del 2017. «Puigdemont se fugó a Bélgica y Junqueras fue detenido, encarcelado y condenado. Hay una distinción tremenda», afirma Botella, que duda sobre si la comparativa entrará en campaña: «Es un argumento que no ha utilizado».