Las bandas criminales fracasan en el intento de tomar el palacio presidencial de Haití

Héctor Estepa
Héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Un vecino de Puerto Príncipe observa unos cadáveres en una casa abandonada.
Un vecino de Puerto Príncipe observa unos cadáveres en una casa abandonada. Johnson Sabin | EFE

La ONU estima ya 1.554 muertos por la ola de violencia

02 abr 2024 . Actualizado a las 21:59 h.

Nueva ofensiva de las bandas lideradas por Jimmy Chérizier, alias Barbecue, en Haití. Un número indeterminado de pandilleros intentó tomar el palacio presidencial este lunes. La Policía Nacional del país caribeño logró, con ayuda de los guardias de seguridad, detener el ataque, que acabó con cinco policías heridos, uno de ellos de gravedad.

Decenas de personas quedaron atrapadas durante horas en el centro de la capital, Puerto Príncipe, intentando esconderse de la lluvia de balas desatada en torno al Palacio Nacional. «Los días venideros van a traer consigo cosas peores de las que hay ahora», había avisado Chérizier la semana pasada, en una entrevista con la cadena británica Sky News.

El jefe pandillero lidera la coalición de bandas Viv Ansanm (Vivir Juntos) y comanda desde finales de febrero una «insurrección» contra el Gobierno del impopular primer ministro Ariel Henry, que se encuentra fuera del país y prometió hace tres semanas dejar el poder cuando se conforme un Consejo Presidencial (CP) de transición. Sin embargo, la creación de ese organismo se ha retrasado por diferencias internas, especialmente a la hora de nombrar al presidente interino, y también porque el actual Gobierno tiene dudas de que ese CP sea constitucional.

Mientras tanto, la situación en el país es «catastrófica». Así lo define la ONU, que cuenta 1.554 muertos en los tres primeros meses del año por efecto de la violencia desatada por las pandillas y también más de 800 heridos.

En el país caribeño existen ya 360.000 desplazados internos, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Más de 50.000 han abandonado los lugares donde se encontraban solo en marzo. Para la mayoría no es ni siquiera el primer desplazamiento. El 68 % ya había abandonado sus casas en el pasado. Muchos de ellos van al sur del país, donde ya se encuentran 160.000 desplazados sin que haya infraestructuras suficientes para atenderlos. Ese organismo gestiona la llegada de una fuerza internacional policial al país, liderada por mil agentes kenianos, que se ha retrasado por cuestiones legales en este Estado africano y que parte de los analistas ve ya insuficiente.

«Las fuerzas de seguridad kenianas serán consideradas como invasoras y lidiamos con ellas como con cualquiera que se atreva a pisotear nuestra independencia», avisó Chérizier. Exigió un «detallado» plan para el futuro del país como requisito para sentarse «a charlar», destacando que no aceptará imposiciones.