Funcionarios del gobierno británico se muestran preocupados porque Rusia, China e Irán estuvieran alimentando la desinformación sobre la princesa de Gales en un esfuerzo por desestabilizar el país
29 mar 2024 . Actualizado a las 19:04 h.Durante las semanas, días e incluso horas previas a la publicación del vídeo en el que Kate Middleton, princesa de Gales, anunciaba que tenía cáncer y que está recibiendo quimioterapia preventiva, circulaban todo tipo de teorías y conspiraciones acerca de su estado de salud. La opinión pública quería ver a Kate y saber cómo se encontraba tras la misteriosa cirugía abdominal a la que se sometió en enero.
Poco —o nada— ayudaron la foto «robada» de la princesa de Gales de copiloto en el coche de su madre, la imagen de familia que compartió el día de la madre para intentar tranquilizar a la población tras varios meses de ausencia y que se reveló que había sido manipulada, ni tampoco el vídeo en el que aparecía junto a su marido, el príncipe Guillermo, tras hacer unas compras en un establecimiento cercano a su hogar.
Las redes se convirtieron en un torrente en el que se compartían todo tipo de bulos en torno a la familia real británica. Teorías que, según informa la BBC, fueron alimentadas por grupos rusos. Un grupo de investigadores en Gran Bretaña han conseguido demostrar que una importante operación de desinformación rusa ayudó a exagerar la situación. Martin Innes, experto en desinformación digital de la Universidad de Cardiff en Gales, dijo que él y sus colegas rastrearon 45 cuentas de redes sociales que publicaron una afirmación falsa sobre Kate en una red de desinformación vinculada al Kremlin, que anteriormente había difundido historias divisivas sobre el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, así como sobre el apoyo de Francia a Ucrania. Como en esos casos, dijo el profesor Innes, la campaña de influencia parecía calculada para agudizar la división, profundizar en la sensación de caos en la sociedad y erosionar la confianza en las instituciones, en este caso, la familia real británica y los medios de comunicación.
Tenían el objetivo de «intensificar la ola de rumores sobre la princesa, con hashtags reales», según los investigadores, que han podido rastrear la actividad de las cuentas, vinculadas a individuos que han sido sancionados en Estados Unidos por participar en una «campaña de influencia maligna» que difundía noticias falsas.
También The Telegraph informaba el pasado domingo que a los funcionarios británicos les preocupaba que Rusia, China e Irán estuvieran alimentando la desinformación sobre la princesa de Gales en un esfuerzo por desestabilizar el país.
La oficina de comunicación de los príncipes de Gales en el Palacio de Kensington, que se ha negado a comentar el papel de Rusia en los recientes rumores, ha hecho un llamamiento a los medios de comunicación y al público para que le den privacidad a Kate Middleton.
El pasado viernes, 22 de marzo, Kate Middleton compartía un vídeo en el que anunciaba que padece cáncer y que está iniciando un tratamiento de quimioterapia. En el vídeo, de dos minutos de duración grabado en los jardines de su residencia, la princesa de Gales, de 42 años, explicaba que habían sido meses muy duros para ella y para toda su familia. «Me ha llevado tiempo recuperarme de una cirugía mayor para poder empezar el tratamiento». Agradecía el apoyo que le habían brindado en los últimos meses y pedía tiempo y privacidad. «Esperamos que entiendan que ahora necesitamos como familia algún espacio, tiempo y privacidad mientras completo mi tratamiento», explicaba Middleton en la grabación. «Mi trabajo siempre me ha aportado un gran sentimiento de felicidad y estoy deseando regresar en cuanto sea posible, pero por ahora debo centrarme en mi completa recuperación».