Donald Tusk, primer ministro de Polonia: «Estamos en una época de preguerra y Europa tiene que estar preparada para defenderse»

La Voz REDACCIÓN

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El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, en una rueda de prensa en Varsovia.
El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, en una rueda de prensa en Varsovia. Contacto / Attila Hus | EUROPAPRESS

El mandatario afirmó que Pedro Sánchez «a veces recurre a medidas duras para mantenerse en el poder», en referencia a la ley de amnistía

29 mar 2024 . Actualizado a las 12:21 h.

El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, advierte de que «estamos en una época de preguerra» en la que Europa tiene que estar preparada para defenderse.

En una entrevista en Varsovia publicada por la alianza de medios europeos Lena, Tusk insta a cumplir el compromiso en la OTAN de dedicar el 2 por ciento del producto interior bruto de cada país miembro a defensa y aboga por intensificar la ayuda a Ucrania.

El mandatario polaco, que ya fue primer ministro entre el 2007 y el 2014 y volvió al poder tras ganar las elecciones del pasado octubre, es una figura clave del espacio liberal-conservador que presidió el Consejo Europeo y el Partido Popular Europeo.

«No habíamos vivido una situación así desde 1945. Sé que suena devastador, sobre todo para la gente de la generación más joven, pero tenemos que acostumbrarnos mentalmente a una nueva era. Estamos en una época de preguerra. No exagero. Cada día es más evidente», subraya.

«En el último Consejo Europeo mantuve una interesante discusión con el presidente español, Pedro Sánchez. Nos pidió que dejáramos de utilizar la palabra guerra en las declaraciones. Argumentó que la gente no quiere sentirse amenazada de esta manera, que en España suena abstracto. Le respondí que en mi parte de Europa la guerra ya no es una abstracción y que nuestro deber no es discutir, sino actuar y prepararnos para defendernos», añade.

Ucrania, una guerra a largo plazo

A su juicio, «nuestra principal tarea debe ser proteger a Ucrania de la invasión rusa y mantener el país como un Estado independiente» y «puede que haya que pensar en la guerra de Ucrania a largo plazo».

«Queremos ayudar a Ucrania en todo lo que podamos. Pero en el último Consejo Europeo defendí que hay que remodelar la idea del libre comercio con Ucrania. Creo que convencí a Francia, Italia y Austria. Quiero un acuerdo justo con Ucrania al respecto, quiero encontrar un denominador común para los intereses de Ucrania, Polonia y toda la UE», agrega tras las protestas de agricultores en su país por la entrada de cereal ucraniano más barato.

«Tanto si Joe Biden como Donald Trump ganan las próximas elecciones, es Europa la que tiene que hacer más en materia de defensa. No para conseguir autonomía militar frente a Estados Unidos, ni para crear estructuras paralelas frente a la OTAN, sino para aprovechar mejor nuestro potencial», argumenta.

«Seremos un socio más atractivo para Estados Unidos si somos más autosuficientes en materia de defensa», apunta.

En su opinión, «tenemos que gastar todo lo que podamos para comprar equipos y municiones para Ucrania, porque estamos viviendo el momento más crítico desde el final de la II Guerra Mundial. Si Ucrania pierde, nadie en Europa podrá sentirse seguro».

Sobre migración, considera que el pacto europeo en esta materia «no es una buena respuesta». «Hay que corregir el derecho internacional en esta cuestión, aunque sé que hoy es casi imposible, pero la legislación actual se introdujo en una época completamente distinta. Ni siquiera me refiero al hecho de que la ONU estime que 100 millones de personas de Asia y África están dispuestas a emigrar a Europa, sino al hecho de que los regímenes autoritarios utilicen instrumentalmente a estas personas, ya de por sí desfavorecidas, como parte de una guerra híbrida», observa.

«Las devoluciones en caliente como método son moralmente inaceptables, debemos encontrar una solución mejor, pero la alternativa no puede ser la indefensión», señala.

Preguntado sobra la posibilidad de que la Unión Europa intervenga en asuntos como la amnistía a separatistas catalanes en España, responde: «Soy consciente de que el presidente Sánchez a veces recurre a medidas duras para mantenerse en el poder».

«No es mi papel animar a Bruselas a implicarse más en los conflictos políticos internos. Creo que sería contraproducente. Yo apoyaré a Alberto Núñez Feijoo —líder conservador español—, creo que es un político proeuropeo, responsable y moderado. Pero, por supuesto, llevo muchos años trabajando con el presidente Sánchez sin conflictos ni problemas», concluye.