Alejandro Fernández, un antinacionalista y resistente a Génova para resucitar al PP catalán
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El presidente del PPC obtuvo el peor resultado de la historia del partido en las últimas elecciones y destaca por su buena oratoria, sus choques con la sede nacional y su oposición a Junts
27 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El adelanto electoral en Cataluña revolvió los planes de Génova con el PP catalán. La cercanía con el 8 de abril —último día para presentar listas— y el carpetazo a las negociaciones con Ciudadanos aceleraron la decisión de Feijoo: Alejandro Fernández, presidente de los populares catalanes, será el candidato del PP el 12M. El lunes por la noche, en la única reunión entre Fernández y Feijoo que ha trascendido, se decidió que el político tarraconense era el idóneo para liderar la recuperación de escaños del PP.
La misma persona que protagonizó el peor resultado de la historia en esta comunidad, con tres escaños, opta ahora a absorber el voto de Ciudadanos y restarle fuerza a Vox. Las encuestas estiman que el PP logrará entre nueve y 13 diputados. Al filo de su media: 12,5.
Alejandro Fernández pactó con la extinta Convergència i Unió un cogobierno en el Ayuntamiento de Tarragona. Considera hoy que Junts nada tiene que ver con CiU. Se hizo valer del éxito de Lady Gaga, su canción tocaya Alejandro, para ser teniente de alcalde, aunque Sony amenazó por ello al PP tarraconense.
En el 2016 pasó al Parlamento. Para él, terreno fértil. En la Cámara legislativa se destapó como un destacado orador. Dos años después, fue nombrado presidente del PPC, al ser el único candidato con los avales suficientes. Por aquel entonces ya se había impuesto a otras quinielas con el nombre de Dolors Montserrat. La exministra era una opción validada en Génova y, pese a no ser finalmente la candidata oficial, será la coordinadora de la campaña de Fernández.
La resistencia del hoy aspirante a la Generalitat tuvo otro capítulo en la precampaña del 23J. Alejandro Fernández confirmaba que había rechazado formar parte de las listas del PP. «En su momento, fui muy crítico con aquellos políticos que, a la primera dificultad, se fueron a Madrid y dejaron aquí una enorme sensación de abandono. Yo no caeré en semejante error», dijo entonces, antes de lanzar un aviso a propios y extraños: «A mí me va la marcha». Lo demostró en agosto, en lo que se consideró como su principal choque con Feijoo. El líder gallego, en la víspera de su fallida investidura, anunció que escucharía las reivindicaciones de Junts. Una postura que se topó con la oposición de Fernández: «Junts sí es mi rival, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un rey fascista». Meses después, ya con la amnistía en boca de todos, sacó pecho en El Independiente. «El tiempo me ha dado la razón», recalcó Fernández.
Politólogo de formación, es un declarado admirador de Margaret Thatcher. También de la música que surgió como oposición a la dama de hierro. «The Clash me gustan muchísimo, eran anti-Thatcher y así puedo disfrutar de lo dos», señaló en Nació en el 2018. También dejó claro que, para él, el nacionalismo «es una ideología muy perniciosa, perjudicial para cualquier sociedad».
Entonces, el procés estaba muy candente, con la sentencia todavía en proceso. En las urnas, Ciudadanos vivía su mejor momento: 36 escaños y primera fuerza en el Parlamento. El PP, que había cosechado cuatro con Xavier García-Albiol al frente, se quedó sin grupo propio por la negativa de los naranjas. Fernández auguraba que la llamada nueva política era «efervescente y líquida». De cara a estas elecciones autonómicas aspira a absorber lo que fue —más de un millón de votos— y lo que queda de Ciudadanos, sus seis escaños en el Parlamento de Cataluña.