Jóvenes de todo el mundo anuncian el clima en el que vivirán en el 2050 con motivo del Día Mundial de la Meteorología
23 mar 2024 . Actualizado a las 10:07 h.«Hola, mi nombre es Kaylee y les traigo un pronóstico del tiempo muy especial». Así empieza la joven meteoróloga su particular previsión para un día cualquiera de mediados de siglo en base a los datos científicos disponibles actualmente. «De norte a sur y de este a oeste todo estará descontrolado. Las olas de calor afectarán al 94 % de los niños y jugar al aire libre será algo del pasado. Las grandes sequías destruirán la cosecha de trigo, afectando al único alimento que le gusta a mi hermanita: el pan».
Este sábado, como cada 23 de marzo desde 1950, se celebra el Día Mundial de la Meteorología para conmemorar la fecha en la que se firmó el acuerdo que permitió fundar la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que actualmente cuenta con 191 miembros, tantos como Naciones Unidas. Pero su historia se remonta incluso mucho antes.
La OMM es la heredera de la antigua Organización Meteorológica Internacional fundada en Viena, Austria, en 1873. En 1939 ya se había preparado un borrador para su creación como la institución científica que hoy es, pero la Segunda Guerra Mundial se interpuso. Tras el conflicto bélico se retomaron las negociaciones y se decidió que la sede estuviese en un país neutral. La ciudad elegida fue Ginebra, en Suiza.
La campaña de este año de la OMM vuelve a proyectar el clima del futuro para llamar la atención sobre el presente. Un experimento que ya hizo en el 2014, cuando meteorólogos de las agencias públicas de todos los países presentaron un pronóstico ficticio para el verano del 2050. De aquel ejercicio se pudo comprobar que el cambio climático a menudo supera las previsiones. Un caso. El parte de la Met Office, la agencia meteorológica británica anunciaba temperaturas de 40 grados para el 2050. Sin embargo, ese valor llegaría muchísimo antes. Durante la megaola de calor de julio del 2022, el Reino Unido registró una máxima de 40,3 grados por primera vez desde 1900.
«La crisis climática es el mayor desafío al que se enfrenta la humanidad y está estrechamente entrelazado con la crisis de desigualdad», declaró Celeste Saulo, la nueva Secretaria General de la OMM, que ostenta el cargo desde el 1 de enero. «Los fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor, inundaciones, sequías, incendios forestales y ciclones tropicales intensos están aumentando y tienen enormes repercusiones socioeconómicas. Los científicos han emitido una alerta roja frente a este desafío. El 2023 fue con diferencia el más caluroso jamás registrado, al igual que los últimos nueve», añade la mandataria argentina.
Este año, los protagonistas de la campaña de concienciación son los niños y las niñas de todo el planeta, las verdaderas víctimas de un clima que será muy diferente al que vivieron sus padres y sus abuelos. «Este no es solo un informe más sobre el tiempo, sino que se trata de nuestro futuro», destaca la joven. «Los nuevas generaciones tienen todo el derecho de poder vivir en un planeta saludable», subraya Saulo.
Kaylee, como todas las personas que nacieron a partir de febrero de 1979, pertenecen a la generación cálida. Esa fue la última vez que la temperatura global registró una anomalía negativa (por debajo de la media). Desde entonces, cada mes, también en invierno, ha sido más alta de lo normal. Si la predicciones se cumplen, el clima que la joven meteoróloga tendrá que experimentar no solo será completamente diferentes al que vivieron sus antepasados, sino que ni siquiera tendrá precedentes en la historia de la civilización.
Desde hace aproximadamente unos 10.000 años, la temperatura media global ha oscilado únicamente un grado arriba y abajo. El pasado año alcanzó 1,56 grados sobre la media preindustrial. Por primera vez, se superó un límite establecido en el 2015 en el Acuerdo de París como frontera de seguridad que no debería cruzarse. La ciencia cree que el 2024 podría llegar a superar esa cifra. Las proyecciones científicas que tienen en cuenta la evolución de la media mundial en función de los diferentes escenarios anuncian en estos momentos un aumento de al menos 3 grados. Un escenario complemente desconocido. Pero la humanidad aún está a tiempo de evitarlo.