El nuevo ataque de Israel contra el Hospital Al Shifa evidencia un vacío de poder en el norte de Gaza

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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Un niño palestino, ayer en el campo de refugiados de Al Nuiserat.
Un niño palestino, ayer en el campo de refugiados de Al Nuiserat. MOHAMMED SABER | EFE

Tel Aviv vuelve a rechazar las condiciones de Hamás para alcanzar una tregua

20 mar 2024 . Actualizado a las 21:11 h.

Desde el principio de la guerra en Gaza, Benjamin Netanyahu ha hecho todo lo posible por derrocar a Hamás, pero no ha prestado tanta atención a lo que venía justo después. La retirada de las tropas del norte de la Franja —para centrarse en ciudades más al sur, como Jan Yunis o Rafah— ha dejado un vacío de poder que el movimiento yihadista ha aprovechado para reorganizarse. E Israel ha tenido que dar un paso atrás.

Desde el lunes, las fuerzas del Estado judío están volviendo a atacar el Hospital Al Shifa (que ya habían asediado en noviembre) en una serie de tiroteos mortales contra milicianos de Hamás. Al menos 90 cayeron el miércoles. Sus cuerpos yacían junto a los de decenas de desplazados, lugareños y sanitarios que se vieron sorprendidos por el fuego cruzado, y se unían a los casi 32.000 muertos que ya se contabilizan desde el 7 de octubre.

Analistas militares israelíes consultados por The New York Times opinan que llegar a un plan de gobierno para Gaza podría llevar años, y que los soldados habrían tenido que regresar a Al Shifa de todas formas. Sin embargo, los más críticos con Netanyahu subrayan que ni siquiera existe una propuesta inicial realista.

Vuelta a empezar

Las negociaciones entre Israel y Hamás siguen girando en círculos, en un bucle que el clamor internacional no logra romper.

«La ocupación [Israel] no ha aceptado nuestras demandas —declaró el miércoles un alto cargo yihadista, Osama Hamdan—. De hecho, se retracta de las aprobaciones que anteriormente había otorgado a los mediadores». El diálogo continúa, pero todo vuelve al punto de partida.

Mientras tanto, Antony Blinken, el secretario de Estado estadounidense, ha regresado a Oriente Medio por enésima vez para intentar impulsar una tregua. Ayer visitó Arabia Saudí y Egipto, y se prevé que mañana viaje a Israel.

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, se unió a sus esfuerzos con una visita a Turquía, donde tiene previsto reunirse con su homólogo Hakan Fidan para organizar una conferencia de paz. El secretario de Exteriores británico, David Cameron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también pidieron un alto el fuego.

Netanyahu se toma su tiempo

Netanyahu hace oídos sordos a críticas y advertencias (las más fuertes llegan de su aliado Joe Biden) y sigue empeñado en invadir Rafah, aunque avisa de que los preparativos «llevarán tiempo».

El dirigente anunció que ya ha dado luz verde al plan militar del Ejército para la ofensiva, y que pronto aprobará las medidas para evacuar a 1,4 millones de civiles de las zonas de combate.