Tel Aviv pacta una plataforma con Washington para negociar el cómo realizarla
22 mar 2024 . Actualizado a las 21:23 h.Los Gobiernos de Estados Unidos e Israel volvieron a chocar ayer ante la posibilidad de que el primer ministro Benjamin Netanyahu insistiera en invadir Rafah. Una acción demasiado arriesgada para Washington y su intención de no ser visto como cómplice en la muerte de miles de personas y en la hambruna que podría asolar Gaza si no se desbloquea la ayuda humanitaria.
El presidente norteamericano Joe Biden se telefoneó de madrugada con su contraparte israelí y le dejó claro que «una operación terrestre importante allí sería un error». «Conduciría a más muertes de civiles inocentes, empeoraría la ya terrible crisis humanitaria, profundizaría la anarquía en Gaza y aislaría aún más a Israel a nivel internacional», aseguró el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan. Aunque esta advertencia poco le sirvió a Netanyahu, que como desde el principio de la guerra, repitió que su Ejecutivo está «decidido a una total eliminación de Hamás. Esto requiere la eliminación del resto de batallones [del grupo islamista] en Rafah y, desde luego, de los batallones en los campamentos en el centro de Gaza».
Bibi, como llaman al primer ministro en Israel, es consciente de que la ayuda estadounidense es crucial, más aún cuando la Unión Europea adelantó ayer sanciones contra colonos ultraortodoxos. Por eso, y para evitar repetir la «línea roja» marcada por Joe Biden que ha supuesto matar a 30.000 civiles palestinos en la invasión a Gaza, también anunció que «debido a nuestro respeto al presidente [estadounidense], hemos pactado una plataforma para que comparta sus ideas, particularmente en lo relativo al aspecto humanitario, y sobre permitir una retirada planeada de población y asistencia a los civiles. Lo hemos estado haciendo desde el principio de la guerra», recoge una nota de la oficina del dirigente israelí.
Además, la semana que viene, una delegación israelí viajará hasta Washington para escuchar las propuesta de la Casa Blanca con respecto a la invasión de Rafah. Concretamente, se desplazarán hasta allí el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y al asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, además de un miembro del COGAT, el cuerpo de Defensa encargado de los asuntos de Gaza y Cisjordania.
Situación insostenible en Gaza
La campaña contra Hamás ha llevado a Israel a perder muchos apoyos internacionales, especialmente por el aspecto humanitario y la colosal cifra de muertos civiles, que ya ronda los 32.000 en cinco meses. La población gazatí sigue sin protección y Tel Aviv se volvió a abrir a las negociaciones con Hamás para el intercambio de rehenes, pero la pausa para que cesen las hostilidades aún se mantiene distante.
Más aún cuando los hutíes rebeldes de Yemen lanzaron ayer un ataque sobre la ciudad israelí de Eilat y sobre un buque estadounidense. «Las fuerzas yemeníes, con la ayuda de Alá, siguen cumpliendo con su deber religioso, moral y humanitario hacia el pueblo palestino oprimido», refirió el portavoz militar del grupo miliciano, Yahya Sari.
Ante este contexto de violencia, el Gobierno de Brasil también busca que se den pasos para que los territorios palestinos puedan adoptar mecanismos de protección política. El ministro de Exteriores brasileño, Mauro Vieira, enunció que propondrá «confirmar la membresía de Palestina en las Naciones Unidas» tras un encuentro con las autoridades libanesas, de momento desmarcadas de la guerra.
Gaza se enfrenta a la peor hambruna registrada nunca y ya suma al menos 27 niños muertos por malnutrición
Mercedes Gallego
Nueva York / Colpisa
Al que no mató las bombas, lo matará el hambre. Y es el grave problema mundial de la hambruna se cierne sobre Gaza de forma «inminente», según ha determinado el nuevo Informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria por Fases (CIF), publicado este lunes. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, lo consideró «una imputación aterradora» y la primera prueba de que es urgente un alto al fuego humanitario.
«Este es el número más alto de personas enfrentando un hambre catastrófica que se haya registrado nunca en el CIF, y está totalmente producido por el hombre», recordó. No hay ningún huracán, ninguna inundación, ninguna sequía que justifique el terrible sufrimiento que están pasando los palestinos de Gaza, que hasta el 7 de octubre no sabían lo que era pasar hambre. «Israel está usando el hambre como arma de guerra», ha acusado Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para asuntos extranjeros.
Ni Afganistán, Sudán, o Somalia, donde en este último país murieron de hambre 490.000 personas en el 2011, enfrentan el potencial de hambruna que Gaza, donde 1.1 millón del 2.2 de la población está expuesta a sufrir «niveles catastróficos de hambre e inanición entre ahora y julio.
Los bombardeos israelíes han destruido más de 600 pozos que se utilizaban para regar cultivos, aunque solo entre noviembre y enero el porcentaje de tierra agrícola dañada pasó del 25 % al 60 %. El ganado fue sacrificado, vendido o abandonado.
Graneros y granjas destruidos
Según las estimaciones de Naciones Unidas, más de cien silos, 300 graneros, 46 almacenes de cereales y 200 granjas han desaparecido. La ayuda del mundo llega hasta las fronteras pero Israel solo ha permitido un punto de entrada, que luego conecta con carreteras dañadas por las bombas y el tráfico de vehículos militares, además de 12.000 toneladas métricas de escombros.
A los muertos por los bombardeos hay que añadir ya 27 niños fallecidos por desnutrición en las últimas semanas, según datos de Unicef, que los sitúa como los primeros de una espantosa epidemia de hambre a punto de desatarse. Gaza está en la situación de hambruna más crítica y reúne el mayor porcentaje de población en riesgo que se haya registrado nunca.