El megacohete de Elon Musk despega con éxito, pero se pierde al regresar a tierra

redacción LA VOZ

ACTUALIDAD

La nave de prueba cumple un exitoso vuelo de casi una hora, por lo que acerca un poco más la posibilidad de llegar a Marte

15 mar 2024 . Actualizado a las 13:42 h.

«Estamos un poco más cerca de que la vida sea multiplanetaria». Es la visión triunfalista de Elon Musk tras el lanzamiento del cohete más potente de la historia destinado algún día a alcanzar la superficie de Marte. Una visión más pesimista de lo sucedido apunta a que el proyecto más ambicioso de la empresa SpaceX, la compañía del millonario estadounidense, fue un fracaso. El tercero desde que se acometió la misión, ya que tanto el vehículo de aterrizaje, Starship, como el cohete propulsor, Super Heavy, acabaron perdiéndose después de un exitoso lanzamiento.

Existe, sin embargo, un término medio. El gran objetivo de conseguir un gran cohete que lleve al hombre a Marte, previo paso por la Luna, aún no se ha logrado, pero sí se está un poco más cerca del éxito final. Al fin y al cabo era una demostración. El vuelo, de casi una hora de duración, fue mucho más largo que el de las dos pruebas anteriores. SpaceX consiguió volar con éxito por primera vez en la órbita terrestre. Y, además, la nave Starship logró abrir y cerrar las puertas y transferir combustible de un tanque hacia otro, que suponían parte de las pruebas planificadas para la misión.

El vuelo de Starship superó los 48 minutos antes de que la señal de la cámara a bordo desapareciera. Las últimas imágenes, registradas a entre 92 y 75 kilómetros de altura mostraban cómo el plasma rodeaba la nave. Sin embargo, no hubo amerizaje en el Océano Índico como estaba previsto, lo que apunta a que la nave pudo desintegrarse por el calor extremo que se produce por la fricción durante el reingreso en la atmósfera.

La tercera prueba de vuelo tenía como objetivos el ascenso exitoso de ambas etapas, abrir y cerrar la puerta de carga útil de Starship, una demostración de transferencia de propulsor durante la fase de vuelo inercial de la etapa superior Starship, el primer reinicio de un motor Raptor en el espacio y un reingreso controlado de Starship. Esto último no pudo conseguirse.

La misión estaba programada en una nueva trayectoria, con Starship apuntando a amerizar en el Océano Índico 65 minutos después del despegue. Esta nueva ruta de vuelo se decidió para probar nuevas técnicas como la quema de motores en el espacio maximizando la seguridad en superficie, según informó Space. En este aspecto tampoco se cumplieron los planes.

«La nave espacial alcanzó la velocidad orbital», anunció el fundador de SpaceX, Elon Musk, en X después del despegue. Tanto el vehículo Starship como su propulsor Super Heavy no sobrevivieron hasta el aterrizaje previsto, pero los funcionarios de la compañía espacial dijeron que el vuelo de prueba logró varios de sus objetivos clave durante el vuelo.

El vehículo Starship y su propulsor Super Heavy forman el cohete más alto y poderoso del mundo. Cuando se apilan juntos, miden 122 metros, con la primera etapa impulsada por 33 motores Raptor, mientras que la etapa superior Starship lleva seis Raptors.