Los portugueses se vuelcan con las elecciones: «Necesitamos una nueva esperanza»
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A media tarde la participación era del 51,96 % , porcentaje que supera ya a los dos comicios parlamentarios celebrados desde el 2015
10 mar 2024 . Actualizado a las 19:49 h.Lisboa contaba este domingo con una clara ventaja sobre la mayor parte del país: poca lluvia y poco frío, lo que facilitó la participación a lo largo de toda la jornada. Al noroeste de la capital, en el barrio de Telheiras, la escuela básica número 2 registró desde primera hora una gran actividad, que llamaba la atención a los más veteranos. «Yo voto siempre, siempre, y hoy se ve mucha más gente de lo normal», comentaba Regina, abogada de unos 60 años. Las entradas de los colegios electorales contrastaban con el resto de la ciudad, tranquila y con ambiente de domingo, con corredores y algún paseante.
En este bullicio en Telheiras influía la expectación por ver votar al candidato socialista Pedro Nuno Santos, que llegó poco antes de mediodía acompañado por sus hijos: «Para ellos es más importante que para nadie», explicó. «Es el mayor día de nuestra democracia», dijo Santos a los medios. «No debemos dejar que otros tomen las decisiones que queremos para el futuro de nuestro país», completó. «Hoy he de ser muy cauto, no puedo hacer campaña», pero insistió: «Es importante que la gente participe».
Poco antes, en la localidad costera de Espinho, se expresaba de la misma manera el candidato conservador, Luís Montenegro, que esperaba que hubiera una «buena participación». «Estoy muy tranquilo, muy optimista, pero respeto lo que cada uno vaya a expresar».
En el barrio de Benfica, António Costa votaba ya con un aire de nostalgia. Por primera vez en «casi 30 años no soy candidato de nada en unos comicios». «Por tanto tengo un poco de sensación del jugador que pasar a ser aficionado», reflexionó.
A media mañana, en Telheiras, una interventora destacaba la gran afluencia de gente «tanto con los votos por anticipado como ahora presencialmente, y todo va muy bien». La participación era una de las grandes preocupaciones, por los bajos índices registrados en varias de las últimas convocatorias y por el desencanto que parecía haber cundido entre los portugueses.
A media tarde la participación era del 51,96 %, cifra que superaba la total de las legislativas desde el 2015, cuando la afluencia fue del 55,86 %, según datos del Ministerio del Interior.
«Yo siempre voto», dice Pedro, un joven que acudió con su familia. «Está bien que hayan adelantado las elecciones y que podamos votar algo diferente», comenta, a la vez que expresa su esperanza de un cambio de rumbo para Portugal. «El PS lleva muchos años en el Gobierno y no ha hecho suficiente».
También Regina apuesta por algo nuevo: «Vamos en buena dirección, pero hace falta una nueva gestión. Hay servicios públicos que no funcionan y eso debe cambiar. También necesitamos nuevas esperanzas», dice, si bien apunta que «sin extremismos ni radicalismos, que no son buenos para la democracia», en alusión a Chega, «muy radicalizados». Acepta que «hay algo de desencanto, pero quizá ese sea el motivo para que más gente vote, para hacerse oír».
La única incidencia de la jornada, fue el comunicad de Alianza Democrática solicitando a la Comisión Nacional de Elecciones que esclareciera las diferencias entre AD y ADN, un partido ultranacionalista al que algunos votantes habrían confundido con la coalición de Montenegro. Ante la dimensión que ha alcanzado la polémica, la comisión electoral ordenó que los medios de comunicación «cesen cualquier referencia a cualquier candidatura o partidos políticos respecto a este tema».