El Supremo de EE.UU. se abre a escuchar a la defensa de Trump y estudiará su inmunidad

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Donald Trump durante un evento de las primarias republicanas en Carolina del Sur.
Donald Trump durante un evento de las primarias republicanas en Carolina del Sur. ALYSSA POINTER | REUTERS

Casi al mismo tiempo, Illinois se convirtió en el tercer estado que veta al magnate de figurar en las papeletas de las primarias

01 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Una jueza de Illinois decidió, a última hora del miércoles, vetar a Donald Trump de participar en las primarias del estado por su papel en el asalto al Capitolio. El mismo día, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anunciaba que escucharía argumentos sobre la supuesta inmunidad del magnate en los juicios sobre los actos que cometió mientras todavía era inquilino de la Casa Blanca.

De momento, ya son tres los estados en los que las autoridades electorales o judiciales han desafiado la elegibilidad de Trump por sus intentos de mantenerse irregularmente en el poder tras perder las elecciones presidenciales del 2020. Después de ser inhabilitado en Colorado y Maine, esta semana llegaba el turno de Illinois. Allí una jueza establecía que el expresidente estadounidense formó parte de una insurrección en el 2020. Por ello, según defiende la magistrada —Tracie R. Porter, del condado de Cook—, el magnate estaría incapacitado para aparecer en las papeletas de las primarias del estado.

Trump apelará la decisión

Sería así en base a la sección 3 de la decimocuarta enmienda de la Constitución de Estados Unidos, una provisión que se encuentra bajo escrutinio del Tribunal Supremo, a petición de los abogados del millonario. Ante la firmeza de Porter, el equipo de campaña de Donald Trump ha afirmado que apelará cuanto antes la decisión. «Hoy [por el miércoles] una jueza activista demócrata en Illinois ha descartado sumariamente a la junta electoral del estado y contradicho las decisiones previas de docenas de otras jurisdicciones estatales y federales», afirmaba el portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung.

Vista oral en abril

El mismo día, el Supremo anunciaba que había que tomar en consideración la solicitud del equipo legal de Trump por la que pedía que se pronunciase sobre la cuestión de la inmunidad presidencial. Con su disposición a estudiar el caso, el máximo tribunal de Estados Unidos otorga, al menos, una victoria parcial a la defensa del magnate: retrasan considerablemente el proceso federal que encausa al expresidente en Washington D. C. por tratar de revertir las elecciones del 2020.

Los magistrados del tribunal han fijado la vista oral en la que las partes presentarán sus argumentos para el próximo día 22 de abril. La fecha elegida cae en un punto intermedio respecto a las peticiones de las partes. El fiscal especial Jack Smith había pedido a la corte que tratara la cuestión en el mes de marzo, mientras que Trump les había instado a resolverla en sus plazos habituales, lo que se habría traducido en un retraso de varios meses.

Biden y el expresidente llevan la campaña a la frontera con México

En un esfuerzo por copar titulares en torno a la crisis migratoria, el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump, se desplazaban ayer a Texas para hacer campaña desde la frontera con México. El viaje de los candidatos a reincidir como presidente de EE.UU. tiene lugar cuando, según las últimas encuestas, la cuestión migratoria ya ocupa el primer lugar en la lista de preocupaciones de los estadounidenses.

La inmigración está llamada a ocupar un lugar privilegiado en las elecciones de noviembre. En los últimos meses, el asunto ha logrado secuestrar por completo el debate político, imponiéndose a otras cuestiones de relevancia para la política exterior estadounidense como el apoyo a los países aliados de Ucrania, Israel y Taiwán. Este jueves, con el calendario electoral avanzando inexorablemente, Trump y Biden viajaban a Texas para ofrecer su visión sobre cómo debería ser la gestión de la frontera sur.

Para su visita, Joe Biden elegía la ciudad de Brownsville, un bastión demócrata emplazado en el punto más meridional de Texas, frente a la ciudad mexicana de Matamoros. Una ciudad cuyo alcalde, el demócrata John Cowen, calificaba como una de las más seguras del país a pesar del aumento de las presiones migratorias. «Nunca hemos tenido un momento caótico. Nunca se ha sentido como si estuviera fuera de control» afirmaba Cowen sobre Brownsville.

Por su lado, Trump, que acusaba a su rival de desplazarse a la frontera siguiendo su ejemplo, se decantaba por visitar Eagle Pass. Este punto caliente migratorio, después de registrar un notable aumento de las llegadas en los últimos meses, se ha convertido en la punta de lanza de la lucha del gobernador de Texas, Greg Abbott, contra la inmigración. Allí, en el parque Shelby, desplegaba Abbott en enero a la Guardia Nacional del Estado para coartar las llegadas de migrantes irregulares. Una medida con la que también expulsaba a la Patrulla Fronteriza (bajo control federal) de la zona para plantear un pulso contra la Administración Biden.

Trump y los republicanos han buscado hacer de la cuestión migratoria el asunto central de cara a las elecciones. Un esfuerzo que comienza a dar sus frutos a tenor de lo que apuntaba una encuesta de Gallup publicada la semana pasada. Según esta, entre enero y febrero de este año, el porcentaje de quienes consideraban la inmigración como «el problema más importante que enfrenta el país» subió del 20 al 28 %, situándose en la primera posición del ránking de preocupaciones de los estadounidenses.