Otras tres mujeres acusan al director de cine Carlos Vermut de violencia sexual

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

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El director Carlos Vermut, en una imagen de archivo
El director Carlos Vermut, en una imagen de archivo Juan Barbosa

Se trata de una artista, una gestora cultural y una actriz, que se suman a otras tantas víctimas que denunciaron públicamente al cineasta hace un mes

28 feb 2024 . Actualizado a las 09:53 h.

Otras tres mujeres han acusado al director de cine Carlos Vermut de violencia sexual. Se trata de una artista, una gestora cultural y una actriz, que se suman a las otras tres mujeres —una estudiante de cine, una empleada de una de sus producciones y una trabajadora del sector cultural— que han acusado al cineasta por el mismo motivo.

Según el testimonio de estas tres nuevas mujeres que acusan a Vermut, y que ha revelado el diario El País, los hechos sucedieron entre octubre del 2012 y principios del 2024. Ninguna presentó denuncia por temor a que nadie las creyese, según han relatado.

Una de las mujeres que acusa a Vermut asegura que el director de cine le obligó a practicar sexo dentro de su portal pese a la negativa de ella y en otra ocasión tuvo que mantener sexo anal sin consentimiento. La gestora cultural asegura haber tenido que mantener un encuentro sexual con golpes, estrangulamiento y arcadas y, según el relato de la tercera mujer, que tuvo una relación con Vermut desde la primavera del 2023 hasta el pasado mes de enero, el director la forzó a tener sexo violento que ella no consistió después de meses de violencia psicológica.

Afirma, además, que días después de estos hechos, llamó al servicio de atención a las víctimas de las violencia machista 016 y ha pedido apoyo en un centro de atención integral de víctimas de violencia sexual de la Comunidad de Madrid.

Desde aquel momento su psicólogo le ha diagnosticado insomnio, hipervigilancia y ansiedad. Asegura haber tenido «pensamientos suicidas». Esta mujer ha acudido a una oficina del Ayuntamiento de Madrid de atención integral a víctimas de violencia sexual, según ha constatado El País que, al igual que en las acusaciones que hizo públicas en el mes de enero, asegura contar con declaraciones juradas de todas ellas, así como material documental y testimonios de personas de su entorno que sustentan sus relatos.

Cuando se publicaron los primeros tres testimonios que acusaban a Vermut de violencia sexual, él reaccionó defendiendo no haber sido «consciente de haber ejercido violencia sexual contra ninguna mujer». «He practicado sexo duro siempre de manera consentida, porque creo que es muy importante el consentimiento», respondió al ser cuestionado por estas declaraciones. Y añadió: «Otra cosa es que la persona en su casa después se sintiera mal y a lo mejor en el momento tuviese miedo a decirlo. Eso yo no lo puedo saber». «Creo que haber tenido una vida sexual promiscua y haber tenido sexo de muchos tipos puede llevarte a situaciones como estas», insistió.

Igualdad espera un diagnóstico riguroso sobre violencia sexual en el cine 

 La ministra de Igualdad, Ana Redondo, consideró que hay que ser «rigurosos» sobre el alcance de la violencia sexual en el cine español, por lo que consideró «muy importante» hacer un diagnóstico en colaboración con asociaciones de mujeres del cine, cuyos resultados espera para finales de año.

«Hemos mantenido distintos contactos con asociaciones de mujeres del cine, CIMA en concreto y algunas otras, que nos piden primero hacer un buen diagnóstico de cuál es la situación y a partir de ahí tomar medidas», dijo Redondo a la prensa a su llegada a una reunión de informal de ministras europeas de igualdad de género al ser preguntada por nuevas acusaciones sobre violencia sexual contra el cineasta Carlos Vermut.

Redondo estimó que «se pueden tomar muchas medidas, algunas ya se están tomando por el Gobierno de España, pero tenemos que ser rigurosos en cuanto al diagnóstico y eso es muy importante, y es prioritario hacerlo cuanto antes».

«Pensamos que en torno a finales de año podemos tener ese balance y ese diagnóstico», precisó la ministra.

Y a partir de ahí, continuó, se pueden adoptar protocolos, como ya hacen algunas empresas, «para generar espacios y entornos seguros en cuanto a la realización de rodajes y realización de cualquier tipo de material audiovisual, e incluso se incorporan en los contratos determinadas cláusulas de salvaguardia».

En este sentido, la ministra mantuvo que «se pueden tomar medidas mucho más proactivas en favor de las mujeres y en favor de espacios seguros para nosotras».

Pero en todo caso, se mostró partidaria de «ir de la mano» del mundo del cine y teniendo «claro cuál es el diagnóstico y cuál es la dimensión del problema».

«Es muy relevante que las mujeres hayan dado el paso, que hayan sido valientes, que también hayan contado porque se las cree. Y esa es también una perspectiva muy diferente. Las mujeres son creíbles, están acompañadas y además el consentimiento en las relaciones sexuales es el centro de esas relaciones», subrayó.

Un cambio de paradigma que la ministra de Igualdad atribuyó en parte a contar con «un marco normativo mucho más desarrollado y mucho más acorde con lo que las mujeres necesitan y precisan».