El PSOE intenta limitar los daños a Ábalos

Francisco Espiñeira Fandiño
francisco espiñeira REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Fotografía de archivo tomada el 5 de agosto de 2019, de Koldo García junto al entonces ministro de Fomento José Luis Ábalos
Fotografía de archivo tomada el 5 de agosto de 2019, de Koldo García junto al entonces ministro de Fomento José Luis Ábalos Manuel Bruque | EFE

Los socialistas pretenden evitar que la mancha de la corrupción se extienda

24 feb 2024 . Actualizado a las 12:14 h.

Los más leales al PSOE y a Pedro Sánchez hablan del «caso Koldo». La oposición y los críticos optan por el «caso Sánchez». En Ferraz y en la Moncloa, el objetivo de los principales responsables socialistas es limitar los daños de la corrupción y colocar como cortafuegos al que fue número 2 del partido, portavoz y ministro de Fomento: José Luis Ábalos.

Pero el ahora tertuliano y diputado raso, que aspiraba a recolocarse en el Parlamento Europeo a partir de junio, no está dispuesto a tirar la toalla y que todo se limite a un «caso Ábalos». Desde el primer minuto alegó sentirse estupefacto. Incluso dijo haber perdido el contacto con quien fue su sombra durante más de cinco años.

Sus explicaciones públicas han sido insuficientes. Y las privadas tampoco parecen haber convencido demasiado a los más cercanos a Sánchez. Si el jueves Patxi López decía que «aún no era el momento de pedirle el acta al valenciano», este viernes, la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE optaba por insinuar que ella dimitiría si se viera en un caso así, aunque no lo hizo cuando se vio salpicada colateralmente por algunas de las decisiones de los ERE en su etapa de consejera andaluza. Más contundente fue Margarita Robles, que reclamó que se castigue con dureza cualquier atisbo de corrupción.

El problema para el PSOE es que ni sus socios en el Congreso se conforman con la cabeza de Ábalos. Yolanda Díaz e Íñigo Errejón, de Sumar, piden aclaraciones a Sánchez. Y Esquerra ya habla de comisiones de investigación. El PP sacará todo el rédito político que pueda en el Senado, pero puede extender su ofensiva al Congreso si los teóricos aliados de Sánchez optan por aumentar la presión sobre el presidente del Gobierno.

Además, el problema para los socialistas es que las primeras informaciones sobre el caso afectan a un ministro, el canario Ángel Víctor Torres, que en su etapa de presidente canario admitió haber comprado a la trama material por valor de más de 12 millones, y no desmintió que fuera por indicación de Ábalos; a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que incluso se quedó con una partida de mascarillas defectuosas cuando dirigía Baleares; al número 2 de Interior, e incluso al candidato en Cataluña, Salvador Illa, muchos de cuyos contratos en su etapa al frente de Sanidad se hayan también en cuestión. Demasiados nombres para acotar el caso al exministro José Luis Ábalos.