El hombre, que fue arrestado en Tarrasa, roció con disolvente a la su expareja, le prendió fuego y luego comió tranquilamente en presencia de los menores, de 4 y 5 años, mientras la agredida agonizaba en el suelo
05 feb 2024 . Actualizado a las 13:33 h.La Audiencia Nacional ha dictado prisión provisional y sin fianza para un hombre de 49 años detenido el pasado 15 de enero por la Policía Nacional en Tarrasa (Barcelona), acusado de quemar viva en su país de origen, en el 2017, a su mujer tras rociarla con ácido ante sus dos hijos menores.
Los agentes, en el marco de investigaciones para detectar personas en procesos de radicalización yihadista, tuvieron conocimiento de que un ciudadano extranjero residente en España había asesinado a su pareja en su país de origen, que no se ha especificado.
La Policía Nacional, según ha informado este lunes en un comunicado, instó a las autoridades del país de origen a que activaran contra él una orden internacional de detención y extradición (OIDE), que se hizo efectiva el pasado mes de diciembre.
La investigación comenzó después de que la policía recibiera información sobre un hombre que en el 2017 había matado en su país de origen a su pareja sentimental tras rociarla con disolvente y, posteriormente, quemarla viva en presencia de sus hijos, de 4 y 5 años, en el domicilio familiar. Tras el crimen, el presunto autor se dispuso a comer tranquilamente en presencia de los menores mientras la víctima se encontraba tirada en el suelo.
La familia del detenido llegó minutos después al domicilio y vio a la víctima en estado agónico en el suelo, por lo que obligó al acusado a trasladarla al centro médico más cercano, no pudiendo hacer nada por ella los servicios sanitarios, quienes certificaron su muerte pocas horas después. La hija de la víctima, de 5 años, está en tratamiento psicológico con graves secuelas psíquicas.
Después de los hechos, el hombre permaneció escondió en su país de origen y, tras un período de tiempo prudencial y con el objetivo de evitar su detención, huyó en patera hacia España, donde se movió por diferentes puntos de la geografía española hasta que se afincó definitivamente en Cataluña. Este modo de proceder tenía como objetivo evitar su localización y detención ya que usaba una filiación falsa, e incluso llegó a ser identificado en Pamplona y detenido en Cádiz en el 2017 con otra identidad.
La Policía Nacional detuvo al hombre el 15 de enero en Tarrasa, donde había establecido su residencia, tras una larga búsqueda. El arrestado pasó posteriormente a disposición de la Audiencia Nacional, que decretó su ingreso en prisión provisional sin fianza. La Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de Información de Barcelona han sido las responsables de la investigación.