Una legislatura impredecible que nace tocada y bajo amenaza para el Gobierno

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La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, en una intervención en la tribuna del Congreso ante la mirada del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, en una intervención en la tribuna del Congreso ante la mirada del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez. SUSANA VERA | REUTERS

El órdago de Puigdemont al rechazar la ley de amnistía tensa más la cuerda

05 feb 2024 . Actualizado a las 14:52 h.

El rechazo de Junts a la ley de amnistía en el Congreso supone un duro golpe para Pedro Sánchez y complica y amenaza la duración de la legislatura, que entra en un terreno totalmente desconocido e impredecible. Este es el análisis de los expertos consultados por La Voz, que explican que aún puede haber acuerdo entre el PSOE y el partido de Carles Puigdemont, pero, aun si es así, la legislatura estaría lastrada por la inestabilidad.

las consecuencias

¿Legislatura en peligro? «Totalmente», responde Santiago Martínez. «La legislatura para el PSOE empieza tocada y claramente amenazada, ya que Junts no ha tardado en hacerle ver su posición de fuerza, dejando bien claro que su apoyo tiene una serie de exigencias a las que difícilmente va a renunciar, y, en todo caso, si finalmente hubiese un acuerdo queda claro que no despegará su mano de la espada de Damócles que se cierne sobre el Gobierno», asegura. «Estamos en terreno completamente nuevo, no transitado, con actores políticos impredecibles», afirma Verónica Fumanal.

«La legislatura completa, en su integridad, de cuatro años, sí corre peligro porque la inestabilidad y la incertidumbre no pueden durar tanto tiempo», sostiene Carlos Barrera. Pero «un tiempo prudencial, digamos que al menos dos años, sí puede durar aun en las actuales condiciones». «Vaya por delante, ante todo, que no se trata de un no concluyente porque la tramitación, aunque puede sufrir retrasos como el actual, continúa», destaca. Da la impresión, añade, de que «la estrategia de Junts es apretar pero sin ahogar y dando un salvavidas si fuera necesario». Porque «tiene en sus manos una oportunidad histórica y única de ejercer su influencia decisiva sobre un Gobierno necesitado imperiosamente de sus votos favorables».

Para Carmen Lumbierres, «queda un mes de tensa espera y capacidad de persuasión, no solo del PSOE sino de todas las fuerzas que apoyaron la investidura». «Si todo saltara por los aires, Sánchez no puede convocar elecciones hasta pasado un año de las anteriores y le queda la posibilidad de prórroga presupuestaria», explica. Por tanto, «se complicaría mucho la legislatura, pero el presidente es el que tiene la capacidad de disolver cuando a él le resulte más favorable».

¿Habrá acuerdo?

Probable, pero puede ser inútil. Según Martínez, «es muy probable que haya una ‘amnistía integral', como exige Junts, dado el tipo de discurso socialista mantenido estos días respecto al eje de que independentismo no es terrorismo». El consultor político cree que «no hacerlo supondría sobrevivir a golpe de decreto, con el coste que eso conlleva, si bien quizás el coste de hacer tan evidente su debilidad y dependencia de Junts podría llevar a futuros desencuentros que provoquen un adelanto electoral». «Como decía en anteriores análisis, este escenario era altamente previsible y habrá que añadir que otras fuerzas políticas podrían repetir esta jugada cuando aun teniendo el apoyo de Junts, el Gobierno necesitara de dichos apoyos», prevé. Tampoco «olvidemos que después del capítulo amnistía, vendría después el del referendo, por lo que todo apunta a que en la situación actual el Gobierno tendría los días contados, salvo que a cambio de esta amnistía integral, lleguen a un acuerdo en virtud del cual Junts rechaza exigir el referendo». «Si el Gobierno no logra a cambio de la concesión de la amnistía, un mayor blindaje ante futuras exigencias de Junts, está claro que estaría constantemente gobernando en el alambre», concluye.

En opinión de Fumanal, «sería inútil hacer una amnistía que fuera rechazada por el Tribunal Constitucional, pero dependerá de muchos factores». «De las voces europeas, que ahora están más involucradas que nunca, o de la voluntad y la confianza política entre las fuerzas políticas que sostienen al gobierno», afirma. «Son muchas cuestiones que no dan un resultado obvio», resalta.

COSTe ELECTORAl

Alto para el PSOE si cede. «Las elecciones más próximas son las gallegas, vascas y europeas, casi seguramente por este orden, quien más se juega en las tres, en cuanto a posible coste electoral por sus cesiones con los independentistas, es el PSOE», explica Barrera. «Las europeas son las más proclives, históricamente, para recibir el voto (o la abstención) de castigo, pero malos resultados en Galicia y el País Vasco pueden lastrar a los socialistas: más seguramente en Galicia porque en tierras vascas su papel decisor en la formación de un futuro gobierno da la impresión de que seguirá en pie», señala. Para el PSOE, afirma Fumanal, «puede tener un alto coste político, sobre todo si se da la imagen de que la cesión es absoluta y de que el país está en manos de Junts». Lumbierres opina que «al PSOE le beneficia claramente ante las elecciones gallegas, con el discurso de no hemos cedido ante las presiones, tenemos una idea de Estado para todo el país, y, por supuesto, en las próximas catalanas, que verá reforzado el liderazgo de Salvador Illa».

Martínez considera que «este escenario era totalmente previsible y Sánchez se equivocó claramente en no haber convocado una repetición electoral a la que se habría presentado como un líder que no cede ante las peticiones independentistas, con lo cual podría haberse beneficiado y quizás no se vería en la situación actual». Si el Gobierno «aguanta, de aquí a cuatro años pueden pasar muchas cosas, pero la inestabilidad en la que tendrá que gobernar no augura nada bueno, teniendo el PP el terreno muy favorable para desgastarle constantemente». «El problema del PP es que muchas veces no sabe pensar a medio o largo plazo, actúa siempre de modo cortoplacista y acaba generando cierta reactancia en ciertos sectores del electorado clave», afirma.

Sánchez, en manos de los independentistas, y viceversa

Barrera señala que «el PSOE sabe que, aunque externamente la percepción generalizada sea que el Gobierno de la nación está en manos de Puigdemont, no es menos cierto que el futuro (de libertad) de este último está en manos de Pedro Sánchez». «Puede el Gobierno mostrar su disconformidad con ciertas exigencias de Junts, y si no necesitara sus votos no habría cedido ni habría montado todo este lío, pero si quiere seguir en Moncloa deberá seguir cediendo», explica. Eso sí, «guardando ases en la manga para que lo concedido se parezca lo menos posible a las pretensiones maximalistas de los independentistas». «La ‘ingeniería jurídica' procurará seguir haciendo de las suyas, y la desconfianza entre PSOE y Junts seguirá ahí», concluye el profesor y analista.

Junts puede ser penalizado por las catalanes por su «egoísmo político elitista»

¿Qué costes político y electoral puede tener para Junts su rechazo a la ley de amnistía en el Congreso? Los expertos consultados por este periódico consideran que pueden ser altos, ya que la imagen que ha trasladado es que lo que de verdad le importa es que la ley blinde la amnistía de Carles Puigdemont y otros miembros del núcleo duro de la formación independentista, sin importarle dejar tirados a los cientos de beneficiarios de la amnistía.

«Junts, que es un partido con respaldo minoritario en la Cataluña actual, tiene que decidir qué quiere ser en el futuro, una herramienta para blindar al círculo más estrecho a la dirección o volver a convertirse en la representación de las clases medias conservadoras y las élites económicas tradicionales, ahí me parece que esta la clave de su supervivencia», asegura Carmen Lumbierres.

Barrrera estima que en el caso de Junts «su horizonte son las próximas autonómicas catalanas de comienzos del 2025, o a lo sumo finales del 2024, en las que su gran rival es Esquerra, cuyo papel se ha desdibujado en todas estas negociaciones ‘madrileñas'». «Medir mal los pasos puede constituirse en un búmeran contra Junts si su protagonismo actual se estrella, pero aún queda mucho tiempo, en este caso, y pueden ocurrir un sinfín de cosas», sostiene.

Salvar el cuello

Según Fumanal, «la amnistía tal y como está ahora se le aplicaría a centenares de personas vinculadas tanto a Junts como a ERC». «El hecho de que ERC haya aprobado la ley, aunque no le aplique a Marta Rovira, mientras Junts se niega porque no le aplicaría a Carles Puigdemont, aunque deje a centenares de personas colgadas en procesos judiciales por seguirlo a él durante el 2017, hace que Junts pueda ser penalizado en las urnas por este gesto de egoísmo político elitista», analiza la politóloga.

Para Martínez, «si a cambio de la amnistía integral, Junts renuncia al referendo, esto podría perjudicarle en cierto modo ya que parecerá que para algunos líderes independentistas ha importado más salvar el cuello que la soberanía», señala el consultor político gallego.