Ferraz no expedientará a García-Page por sus discrepancias, y Feijoo lo elogia
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Según el socialista, la amnistía sitúa al PSOE «en el extrarradio de la Constitución»
01 feb 2024 . Actualizado a las 13:34 h.Con la tranquilidad palmaria que da ser el único presidente autonómico socialista que gobierna con mayoría absoluta, Emiliano García-Page disiente y lo hace públicamente. Afiliado al PSOE desde los 16 años, el castellano-manchego aseguró ayer que en su partido «se puede opinar» y que no teme ninguna represalia por haber manifestado el miércoles que la amnistía al procés sitúa a los socialistas «en el extrarradio de la Constitución». Pese a que es vox populi su discrepancia con la política territorial de su formación —Ferraz ya anunció que no le abrirá ningún expediente—, sus compañeros de filas criticaron sus palabras, su protagonismo y su notoriedad porque «benefician a la derecha».
Ni un ápice desaprovechó el PP la última desunión notoria de su adversario y su líder, Alberto Núñez Feijoo, no solo declaró que le parece «un poco sorprendente la humillación del PSOE hacia Page», sino que elogió su éxito electoral y avaló su disidencia: «Lo diga Page o quien lo diga, el PSOE está en el extrarradio de la Constitución. Y no es una crítica, es una crónica». El expresidente de la Xunta censuró con ironía que el socialismo «considera razonable ser un poco terrorista y le parece muy mal criticar un poco a Sánchez», en referencia a la enmienda a la ley de amnistía aprobada el martes que incluye en el perdón los delitos de terrorismo, excepto las torturas y asesinatos.
«Un debate político muy agrio»
García-Page intentó este jueves rebajar el tono y reconoció que había hablado «suficientemente», que no debía «insistir más» ni deseaba ser «protagonista» porque lo que importa «son las políticas y no los políticos». Tras apuntar que la medida de gracia se enmarca en un «debate político muy agrio» y que «cualquier cosa altera», reclamó su derecho a expresar su opinión: «Tengo una posición que es minoritaria, claramente minoritaria, pero respetable, en todo caso, porque lo que hoy es minoritario, a lo mejor el día de mañana no lo es».
Reflexión le pidió al castellano-manchego su compañera María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda. «No comparto una estrategia en la que la notoriedad se hace a partir de la discrepancia. Creo que ese no es el camino, el camino es ser capaces entre todos de frenar el avance de la derecha y de la ultraderecha», sostuvo la también número dos del Partido Socialista, que cree que las palabras de García-Page «no se corresponden con la realidad». Unas críticas que él recibió sin resquemor porque Montero «es una buena amiga que está haciendo muy buena política», dijo.
También dio un paso al frente el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que, desde Bruselas, defendió que su partido «siempre ha estado con la Constitución, lo está y lo seguirá estando», y lamentó que quien diga lo contrario «desconoce la historia, el presente y el futuro» del PSOE. Coincidió con él el candidato del PSdeG a la Xunta, el lucense José Ramón Gómez Besteiro, que aunque respeta y valora «cuando uno da su opinión o cuando se la reserva, porque también el silencio tiene un valor imperante», opinó que las palabras del mandatario regional «no las comparte la inmensa mayoría del partido» y le recordó que el 28M se presentó a las elecciones «con el carné del PSOE».
Pese a que el castellano-manchego aclaró que su adversario «no es ningún socialista, son los independentistas», la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, le señaló que «tiene mucha tarea» en su comunidad»; la de Igualdad, Ana Redondo, se mostró partidaria de abordar las diferencias dentro de la formación; y el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, le pidió que sea leal y evite el «frentismo».
Fue el catalán Jordi Hereu, titular de Industria y Turismo, el único que justificó el debate y calificó a García-Page de «magnífico presidente muy querido por su gente» y al PSOE, de «partido plural y de amplias fronteras».
la conjura de fitur: tres presidentes populares y uno socialista
García-Page: «A mí están a punto de extraditarme»
La llaman «la conjura de Fitur», pero fue una charla informal y privada entre cuatro mandatarios regionales: tres populares y un socialista sin pelos en la lengua. La conversación, mantenida el pasado miércoles en la Feria Internacional de Turismo que se celebra en Madrid y desvelada por Antena 3, tiene como protagonistas al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, del PSOE, y a sus homólogos en Andalucía, Juanma Moreno; la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón; y la Región de Murcia, Fernando López Miras. Los tres del PP. «A mí están a punto prácticamente de extraditarme», bromeó el primero, uno de los socialistas más críticos con los pactos entre Pedro Sánchez y los independentistas catalanes, y que levantó ampollas al declarar que la medida de gracia al procés sitúa al socialismo «en el extrarradio de la Constitución». Entre risas, Mazón le replicó con sorna: «No pasa nada, luego te dan la amnistía». A lo que el castellano-manchego le contestó: «Eso me dijeron el otro día en una reunión. Digo, serán hijos de...». Intervino entonces López Miras, que apuntó: «Tú los tienes nerviosos todo el día». Finalmente, García-Page se sinceró: «Yo sufro que no te imaginas. Lo que ha hecho el PSOE es de una tensión máxima. Echar a todo dios que se le opone».
Tras la difusión de esta charla, el murciano destacó su carácter privado y pidió que se sitúe en ese escenario y no se use la literalidad de las palabras. «Llevamos años compartiendo presidencias de comunidades vecinas, con momentos complicados como la pandemia y hay una relación de afecto», explicó. «No le hago ningún favor a Emiliano si salgo a defenderlo o si hablo de lo que estuvimos comentando», añadió.
López Miras sí quiso incidir en que en ese contexto «muy afable, amistoso y coloquial» también trataron el sistema de financiación autonómica porque «todos lo estamos pasando mal», confesó. De hecho, anunció que celebrarán una cumbre de trabajo sobre este asunto, que «está creando graves desigualdades en «España», dijo, a la que asistirán los cuatro mandatarios. «Si Sánchez convocase a todos los presidentes, no sería necesario hablar unos con otros en los pasillos de Fitur», lamentó, tras negar que el encuentro fuese una conjura y apuntar que fue promovido «un poco entre todos».
Quien no quiso hacer ningún comentario al respecto fue García-Page. «No voy a hablar de conversaciones privadas. No hablo de las suyas y menos de las mías», concluyó.
Tellado: «Lo van a echar»
La discrepancia continua del presidente castellano-manchego fue tachada de «problema» por el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado, que criticó que García-Page haga una cosa y defienda la contraria. «Milita en el Partido Socialista y yo creo que lo van a echar como siga haciendo ese tipo de declaraciones más pronto que tarde», opinó el ferrolano en una entrevista en Cuatro. Esta eventual expulsión sería «un completo error» para la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que admitió en Catalunya Ràdio que «yo, como Partido Popular, me beneficio, pero me daría bastante pena».