La aerolínea TAP vuelve a cruzarse en el camino de Nuno Santos: «Asumo todas las responsabilidades»

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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El nuevo secretario general del Partido Socialista de Portugal, Pedro Nuno Santos.
El nuevo secretario general del Partido Socialista de Portugal, Pedro Nuno Santos. PEDRO NUNES | REUTERS

El candidato socialista, que presenta un perfil de ejecutor, tiene un problema con las decisiones que toma sin saberlo

20 ene 2024 . Actualizado a las 11:36 h.

Dos supervivientes: primero, el Partido Socialista de Portugal, que es favorito en las encuestas pese a haber tenido que dejar el Gobierno por sospechas de corrupción; segundo, su flamante líder, Pedro Nuno Santos, que sería primer ministro pese a que, hace un año, dimitió como titular de Infraestructuras y Vivienda. Ocurrió a causa de una indemnización de medio millón de euros cuyo pago Santos no recordaba haber aprobado por WhatsApp a la entonces administradora de la aerolínea pública TAP, Alexandra Reis, que a continuación pasó a ocupar otros cargos de máxima responsabilidad pública.

Se desató una comisión de investigación parlamentaria con la que el socialista, ya dimitido, exhibió su capacidad de rectificación y de aprendizaje. «Estamos hechos por nuestras cicatrices», repite de vez en cuando.

Es decir, Pedro Nuno Santos convirtió el defecto en virtud y, como había ocurrido con su decisión de construir un nuevo aeropuerto en Lisboa (después revocada por António Costa), presenta un perfil de ejecutor, de quien toma decisiones sin miedo a equivocarse, en un país que necesita cambios estructurales y no es capaz de abordarlos. Sus críticos, sin embargo, haciendo leña del árbol caído de Reis, le achacan precipitación y una falta de conciencia de los recursos públicos. Esta semana, el argumento se refuerza, porque TAP volvió al foco mediático cuando el Jornal de Negócios difundió que la aerolínea sabía que su exejecutiva Christine Ourmières-Widener había compaginado el cargo con la gestión de otras dos empresas externas, algo ilegal en puestos públicos.  

Acumulación de cargos

Santos afirmó este viernes que asume «todas las responsabilidades en lo que se refiere a TAP» y recalcó que el contrato de la exconsejera delegada «fue hecho con equipos jurídicos de las dos partes». «Están todos con la premisa de que la acumulación de esos cargos es ilegal. No tengo esa certeza y lo que sé es que el contrato fue revisado por un equipo jurídico», insistió. «Lo importante es que tenemos una empresa que perdía dinero, que se había arruinado» y ahora «tenemos una empresa con beneficios», se excusó.

Según revela Eco, el contrato sí acepta que Ourmières-Widener mantuviera sus otros puestos. Paralelamente, la exejecutiva exige una indemnización de 5,9 millones de euros por su despido, que tuvo lugar en el marco de la compensación irregular a Alexandra Reis, que también acabó con Santos. 

Desde la oposición, el PSD solicita que Santos dé explicaciones por la «ligereza» con que gestionó TAP. Iniciativa Liberal critica su «incompetencia», mientras que la izquierda lamenta que no sean nuevas noticias.