Nadie tiene munición suficiente para frenar a Donald Trump

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Donald Trump celebra su victoria en Des Moines, capital de Iowa, tras imponerse en las primarias republicanas de este estado.
Donald Trump celebra su victoria en Des Moines, capital de Iowa, tras imponerse en las primarias republicanas de este estado. EVELYN HOCKSTEIN | REUTERS

La renuncia de Vivek Ramaswamy a las primarias republicanas aumenta las opciones de victoria del expresidente

17 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Se cierra la ventana de las oportunidades para los candidatos republicanos que no son Donald Trump. La próxima parada de las primarias será el estado de Nuevo Hampshire. Allí, entre los bosques de Nueva Inglaterra, el magnate exhibe una ventaja de trece puntos sobre Nikki Haley. Además, dicha distancia está condenada a aumentar gracias a la renuncia de Vivek Ramaswamy, el Trump de saldo que, nada más anunciar su retirada, instaba a sus seguidores a votar por el expresidente. Tampoco necesitaban demasiados incentivos, antes de Iowa el 42 % ya avanzaba a Trump como su segunda opción.

Aunque la dinámica de las primarias puede cambiar, a día de hoy no parece que vaya a hacerlo. Nuevo Hampshire representaba la esperanza de la única candidata moderada, Haley, y ni siquiera allí tiene las de ganar. La sorpresa tendría que llegar de la mano de los votantes independientes, habilitados para participar en las primarias de ese estado. El verdadero problema seguirá existiendo después: una potencial victoria de Haley sobre Trump en Nuevo Hampshire, diría poco, en realidad, sobre las preferencias del votante republicano.

Según la media ponderada de FiveThirtyEight, Trump sigue captando el 63 % de los apoyos republicanos. Una ventaja que da cuenta de la irrelevancia que dan la mayoría de los votantes republicanos al intento del magnate de mantenerse a la fuerza en el poder en el 2021 instando a sus fieles a asaltar el Capitolio. Una intentona que ninguno de los demás candidatos del partido ha querido condenar y que, lejos de debilitarlo, han servido para convertirlo en paladín de los desencantados, aquellos, que en sus propias palabras buscan «venganza».

Así, las primarias republicanas siguen su curso en lo que el politólogo Brian Klaas llama la tierra de las políticas autoritarias en la que «los candidatos desarrollan un culto a la personalidad, convierten a sus seguidores en discípulos y nunca se equivocan». Un contexto en el que Trump ha demostrado una capacidad innegable para inflamar las pasiones de su electorado.

Ahora bien, por mucho que los problemas legales de Trump sean irrelevantes entre los republicanos, la cosa podría cambiar entre los votantes indecisos y más moderados de cara a la decisión final. Sobre esta posibilidad busca construir la campaña su rival demócrata, el presidente Joe Biden. De momento, sin demasiado éxito: las últimas encuestas, cuando no pronostican un empate entre los dos aspirantes a la Casa Blanca, el vencedor es Donald Trump.