Hacienda elevará la cuantía exenta en el IRPF para que el impuesto no se coma la subida del salario mínimo

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

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Eduardo Parra | EUROPAPRESS

De no hacer el ajuste, el 44 % del incremento retributivo se diluiría en impuestos y cotizaciones

15 ene 2024 . Actualizado a las 18:00 h.

Hacienda volverá a elevar este año el mínimo exento del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), para ajustarlo a la subida del salario mínimo interprofesional y que esta no se diluya en el pago de mayores retenciones. Así lo anunció ayer el ministerio que dirige María Jesús Montero, saliendo al paso de la campaña iniciada horas antes por el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo, que había alertado de que sin ese ajuste fiscal, los perceptores de ese salario de referencia verían evaporarse casi la mitad del incremento retributivo: «El 44 % de la subida se la va a quedar el Gobierno vía impuestos en un momento en el que se recauda más que nunca», aseveró citando los cálculos de sus asesores económicos.

Según estas cuentas, de no aumentar el mínimo exento y aplicar la normativa actual, un contribuyente soltero sin hijos que cobre el salario mínimo a jornada completa pasaría de tener una retención anual de 39,31 euros a 325,46 euros. Además, las cotizaciones a la Seguridad Social se incrementarán de 975,24 euros a 1.016,06 euros. En consecuencia, de los 756 euros que ingresaría más un trabajador por la subida del 5 %, 338,08 se irían en mayores retenciones del IRPF y cotizaciones sociales.

Una reclamación en la que Feijoo fue respaldado por el del secretario general de UGT, Pepe Álvarez, que abogó por que el salario mínimo esté siempre exento del IRPF, aunque a renglón seguido recordó que el año pasado ya se realizó un ajuste para elevar a 15.000 euros el tope de ingresos hasta el que no hay obligación de presentar declaración de la renta, un importe casi calcado al del SMI actual (15.120 euros anuales).

Horas, más tarde, desde Hacienda replicaron que siempre que ha subido el salario mínimo el Gobierno ha acompasado la medida con modificaciones en el IRPF para evitar un impacto excesivo en las retenciones. «Y esta vez no será una excepción», zanjaron, avanzando un nuevo incremento del mínimo exento del importe, aunque sin concretar en qué cuantía.

Y no dejaron pasar la oportunidad para cargar contra el líder de la oposición, asegurando que el PP «puede dar lecciones de bajar impuestos a las rentas altas y los altos patrimonios, pero no a las rentas bajas». En ese sentido, Hacienda recordó que durante el último Gobierno del PP, un trabajador que ganase 15.876 euros al año (la nueva cuantía del salario mínimo para este ejercicio, tras aumentar un 5 %) pagaba 1.111 euros por retenciones en el IRPF, mientras que el año pasado habría tributado 325 euros, un 70 % menos. Y anunció que en este 2024 pagará aún menos impuestos cuando se actualice la normativa del IRPF.

Una actualización que, aseguran, será inmediata, ya que se aprobará en el mismo Consejo de Ministros en el que se dé luz verde al incremento del salario mínimo antes de final de mes. Primero se aprobará un ajuste en la normativa que regula las retenciones a cuenta y, en un momento posterior (probablemente en los Presupuestos Generales del Estado) se elevará el límite de ingresos que obligan a presentar declaración de la renta.

Más ingresos

En cualquier caso, aunque Hacienda ajuste el mínimo exento del IRPF, la subida del salario mínimo supondrá una inyección de ingresos adicionales para el Estado, como reconoce el Ministerio de Trabajo en la memoria de impacto que acompaña el borrador del decreto que ayer sacó a exposición pública.

En ese documento, el departamento que dirige Yolanda Díaz expone que, por cada punto que aumenta el salario mínimo, los ingresos por cotizaciones sociales se incrementan en 74,24 millones de euros, por lo que un incremento de cinco puntos como el que se acometerá podría inyectar más de 350 millones de euros en las maltrechas arcas de las Seguridad Social. También se beneficiará el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), al recaudar más cotizaciones para desempleo.

Pero la medida también tiene un coste para el Estado ya que, argumentan, elevará el gasto en prestaciones por desempleo «porque, por un lado, podría significar un aumento en el número de personas beneficiarias del nivel asistencial y, por otro, un incremento del gasto en la cotización a cargo del Servicio Público de Empleo Estatal», que abona las cuotas sociales de los parados. Por cada punto de incremento, la subida de las prestaciones y las cotizaciones se estima en unos 28,4 millones de euros.