Sumar y Podemos se enzarzan por el voto en contra del decreto de Yolanda Díaz

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Lilith Verstrynge, a la izquierda, e Ione Belarra, este martes en el Congreso de los Diputados
Lilith Verstrynge, a la izquierda, e Ione Belarra, este martes en el Congreso de los Diputados Eduardo Parra | EUROPAPRESS

La coalición de izquierdas sitúa a los de Belarra en el espectro del PP y Vox

12 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Podemos quería venganza y la consiguió. Tras tumbar el decreto de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la formación morada culmina su declaración de autonomía parlamentaria y lanza al Ejecutivo y a Sumar el mensaje de que en esta legislatura se deberá negociar toda medida con ellos.

Entre los de Ione Belarra reina la alegría. La formación se quejaba de la falta de negociación del PSOE y de Sumar con ellos, sumado a los vetos a la exministra de Igualdad, Irene Montero, y a la pérdida de las carteras ministeriales. Echar para atrás el decreto del subsidio de desempleo por recortar las prestaciones percibidas por los mayores de 52 años fue solo la primera venganza. Y fue orientada no solo a Sumar, sino al conjunto del Gobierno. Los morados creen que en el Ejecutivo «ya solo manda Sánchez» y la disciplina de voto del partido a la izquierda de los socialistas tendrá como única atadura «el bienestar y los derechos de la gente, no el Ejecutivo». «Quizás el PSOE no ha calculado bien el complicado efecto de romper la mayoría plurinacional y democrática y sacar a Podemos del Gobierno», escribió ayer Belarra en una tribuna publicada por Diario Red, la plataforma del partido.

El exvicepresidente y fundador de Podemos, Pablo Iglesias, salió en defensa de la formación en una entrevista en RAC1 y criticó que se equiparara la disciplina de voto de los morados a la de PP y Vox, que también se opusieron al decreto. «Eso es una estupidez. Se puede votar que no a algo por razones completamente diferentes», enunció. También siguió la estela de Belarra para señalar el por qué del enfrentamiento al decreto emanado del ministerio de Trabajo con Yolanda Díaz al otro lado del dedo acusador: «No ha querido negociar con la izquierda».

Política «pequeña»

En Sumar no se callaron y acusaron a Podemos de votar en connivencia con los dos principales partidos de derechas. Para Yolanda Díaz, la formación dirigida por Belarra «ha golpeado a los trabajadores y las trabajadoras de mi país y lo ha hecho de la mano de Vox y del Partido Popular». Y también negó que le afectara de forma personal. «A mí solamente me afectan personalmente las cosas de la gente a la que quiero», expresó. Para Sumar, Podemos ya no forma parte del bloque «plurinacional progresista», al que ven con miras bajas a la hora de desempeñarse. «Está más que claro que hay fuerzas políticas que estuvieron jugando a la política pequeña, a los intereses partidarios y no le importaban los trabajadores», expresó la portavoz parlamentaria del partido, Marta Lois.

Igual de severa se mostró la portavoz adjunta de Sumar, Aina Vidal, que sí apreció «rencor» personal hacia la titular del ministerio de Trabajo. A su parecer, las dinámicas de «inquina personal» de Iglesias y otros cargos de Podemos desfavorecen la actividad legislativa en favor de las personas, algo que supone «mercadear» junto con formaciones como Junts, PP y Vox las necesidades sociales de los españoles. «No esperamos nada del PP y de Vox, pero sí esperábamos algo de Podemos. Creo que el odio personal no puede pasar por delante de los intereses de la mayoría y, en concreto, de los más vulnerables», sentenció a la par que advirtió a la formación que «no se juega con el pan de la gente».

Con todo, la estrategia de Podemos para gozar de una voz autónoma que presione al PSOE para ser más ambicioso en las políticas progresistas ha calado. Sin embargo, complica más la aritmética de pactos que deben enfrentar PSOE y Sumar con el riesgo de romper la legislatura.