Choneros, Lobos y otras bandas en la guerra abierta de Ecuador

Héctor Estepa
Héctor Estepa RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

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Soldados ecuatorianos, ayer registrando a ciudadanos de Quito.
Soldados ecuatorianos, ayer registrando a ciudadanos de Quito. José Jácome | EFE

El Gobierno de Daniel Noboa las considera ahora terroristas, y el Ejército se enfrenta a ellas en un «conflicto armado interno»

11 ene 2024 . Actualizado a las 22:17 h.

Las bandas de narcotraficantes protagonizan la actual ola de violencia que asola Ecuador. Las fuerzas del orden escudriñaban ayer el país en busca de miembros de los distintos grupos después del estallido hostil que tuvo lugar el pasado lunes, tras la fuga de prisión de Adolfo Macías —alias Fito, líder de Los Choneros— y la posterior declaración de estado de excepción firmada por el presidente, Daniel Noboa.

La Administración del joven mandatario, de 35 años, ha identificado a un total de 22 grupos criminales, que ahora considera como terroristas, facultando a las fuerzas militares a enfrentarse a ellos en el contexto de un «conflicto armado interno». Una serie de hechos y coincidencias han desatado la guerra entre esos grupos, financiados, según los expertos, por los poderosos carteles internacionales de la droga.

Ecuador se encuentra entre los dos principales productores de cocaína del mundo, Colombia y Perú, que han desarrollado en las últimas décadas mejores sistemas de control. Cuenta, además, con el tercer mayor puerto de contenedores de América Latina: el de Guayaquil.

Gran parte de la droga sale hacia Europa y EE.UU. por puertos legales. Su posición es estratégica, y tener una economía dolarizada facilita, además, el blanqueo de capitales. La desaparición de las FARC, en el 2017, dio lugar a una guerra entre facciones por el territorio en Colombia, y una parte importante del tránsito de drogas se trasladó a Ecuador, menos vigilado y conflictivo.

En territorio ecuatoriano se produjo, paralelamente, una mutación del panorama criminal. Dos líderes de Los Choneros —la banda dominante hasta el 2021— Rasquiña y JR, fueron asesinados en el 2020 y el 2023, lo que provocó diversas escisiones que comenzaron a enfrentarse en las prisiones. Esto llevó a que, desde el 2021, hubiese más de 400 muertos en las cárceles, los cuarteles generales de las bandas.

Los más poderosos

Los analistas de seguridad identifican ahora cuatro bandas principales. Los Choneros, de Fito, con más de 12.000 hombres armados —podrían llegar a 20.000— controlan sobre todo territorios de la costa pacífica. Los Lobos, nacida como escisión de la anterior en el 2019, ejercen su mayor control en la zona de la sierra, el centro montañoso del país, y contarían con unos 8.000 miembros. Los Tiguerones, señalados por haber asaltado el martes el canal TC de Guayaquil, y Los Lagartos, con presencia en 35 cárceles, completan el mapa de las mayores organizaciones. Estos grupos están infiltrados en instituciones clave del Estado como el poder judicial y, según varios expertos, también en las fuerzas del orden y en la política. Todos confluyen en Guayaquil.

Un documento de la Administración Noboa, publicado esta semana, muestra que ahora existen tres bandos principales: uno llamado Acuerdo de Paz, por un llamamiento a la calma de Los Choneros que unificaría a esa banda con los Tiguerones y otras nueve formaciones, vinculadas al mexicano cartel de Sinaloa. Un segundo denominado Aliados en Resistencia, con Los Lobos y tres formaciones más, vinculadas al mexicano Jalisco Nueva Generación. Y un tercer sector con tres bandas consideradas independientes, entre las que se encuentran Los Lagartos.

El principal temor de las autoridades es que estos grupos crezcan y acaben convertidos en carteles de la droga.