Trabajo amenaza a la CEOE con subir más aún el salario mínimo si no hay acuerdo

Los Reyes Magos le han dejado a la CEOE un regalo inesperado en el Ministerio de Trabajo: el ultimátum de que si no se suman al acuerdo del diálogo social para subir un 4 % el salario mínimo interprofesional (SMI), el alza será todavía mayor. Así lo aseguró el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, antes de entrar en la primera reunión con empresarios y sindicatos tras el parón navideño. «Si no alcanzáramos un acuerdo en torno a la cifra del 4 %, si la patronal española no se alineara a suscribir un acuerdo con el Gobierno, naturalmente este se desvincula de esa cifra, buscará un acuerdo bipartito —como ya ha hecho en otras ocasiones— e intentará acordar con los sindicatos una subida del SMI que, obviamente, no podrá estar ya en el 4 %. Estamos dispuestos, por tanto, a hacer una subida más ambiciosa», advirtió Pérez Rey.

«Quien no entra en un acuerdo, paga las consecuencias de no hacerlo», aseguró, en un tono que dista mucho del de final de año, cuando la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, insistía en aproximarse a los planteamientos de los empresarios en aras de volver a aprobar las medidas laborales con respaldo unánime.

Pero la paciencia parece haberse acabado en el ministerio, que está dispuesto a elevar incluso más del 4 % (hasta los 1.123 euros mensuales en 14 pagas) el SMI si la CEOE no cede a una medida que beneficiará a más de 2,5 millones de trabajadores, principalmente mujeres.

De hecho, el órdago no se queda en un alza mayor (los sindicatos defendían no bajar del 5 %), sino que, además, Trabajo tampoco aceptará ninguna de las condiciones que los empresarios habían puesto para llegar a un acuerdo, es decir, actualizar al nuevo salario mínimo los contratos públicos que estén en ejecución y reducir un 20 % las cotizaciones sociales del campo, que es uno de los sectores en los que más ha impactado la meteórica subida del SMI.

Esto también supone un giro de timón del ministerio, que inicialmente sí estaba dispuesto a facilitar ambas exigencias, mediando con Hacienda en el caso de los contratos públicos. Pérez Rey dejó claro que no formaba parte de la negociación: «Una revisión general de todos los contratos públicos no parece que tenga mucho sentido una vez que la subida del salario mínimo se ha venido practicando de manera sistemática desde hace muchos años y de que se sabía que el Gobierno iba a mantener esta equivalencia del 60 % del salario medio. Es algo que forma parte de las expectativas». Es decir, que responsabilizó a los empresarios de no haberlo previsto.

Respecto a reducir las cotizaciones del campo, el número dos de Yolanda Díaz recuperó la línea dura y aseveró que «no deben existir mecanismos de compensación por cumplir la ley». Es decir, que nada de rebajas para aliviar el alza del salario mínimo.

Además, dijo que no hay «evidencias empíricas de que las políticas de subida del SMI tengan repercusión negativa en el resto de la actividades. Al contrario, ha estimulado el empleo».

Ahora le toca a la CEOE mover ficha, ya que debe decidir si acepta o no la última —y primera— oferta de Trabajo, puesto que el objetivo es volver a celebrar una nueva reunión a finales de semana, «el jueves o el viernes», según confirmaron los sindicatos en declaraciones al término del encuentro de ayer, que apenas duró hora y media.

Cabe recordar que al inicio de las negociaciones, la patronal se sentó a la mesa con el incremento del 3 %, que podría elevarse un punto más en función de la inflación, lo que permitiría alcanzar el 4 % planteado por el ministerio, y sobre el que aún confía en conseguir un consenso, pese a que la relación con los empresarios no ha dejado de tensarse.

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