Los retos de Meloni en Italia para el 2024: tensión entre aliados y elecciones europeas
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El disparo de uno de sus diputados ha desatado una tempestad en el país
03 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El 2024 se perfila como un año complicado para Giorgia Meloni, primera ministra italiana y líder del partido ultranacionalista Hermanos de Italia (HdI). Meloni lo tiene cada vez más difícil con sus dos principales socios de Gobierno, los liberales de Forza Italia y los ultraderechistas de la Liga. Con la vista puesta en las elecciones europeas de junio, el secretario de la Liga, Matteo Salvini, no pierde ocasión para arremeter contra el «fanatismo islamista», las «eurolocuras», la oposición, las «iniciativas irracionales» de los sindicatos... en un intento de adelantar a Meloni por la derecha y convencer a los votantes de HdI para que apuesten por su partido.
Las de Salvini no son solo palabras: como escribió en las redes el 21 de diciembre, fue gracias a la Liga que la Cámara de Diputados rechazó la ratificación de la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Una reforma acordada a nivel comunitario, en el 2020, que concede al mecanismo más poder para futuros rescates y vigilancia de países.
La negativa, conseguida con los votos de la Liga y de HdI, que se vio obligado a ceder a las presiones de Salvini, fue un varapalo para el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, un barón de la Liga poco apreciado por Salvini pero muy respetado por Meloni, que valora su capacidad para tranquilizar a los mercados y a Bruselas.
Posibles turbulencias
Es probable que Meloni llegue a finales del 2024 sin perder su cargo, pero el resultado de las elecciones europeas de junio afectará a la estabilidad del Gobierno. Por ejemplo, si Meloni apoyara un segundo mandato de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea, Salvini —que está totalmente en contra— podría desatar una crisis de Gobierno. E incluso si la Liga, que es el cuarto partido en las encuestas, obtuviera una cantidad de votos similar a la de HdI, podrían darse fuertes tensiones en la mayoría.
Meloni tiene una mejor relación con Antonio Tajani, el secretario del otro gran socio de Gobierno, Forza Italia. La primera ministra, que aspira a situarse como una de las principales líderes de la derecha europea en el 2024, cuenta con Tajani (también vicepresidente del Partido Popular Europeo) para tener más influencia en Bruselas. El problema es que Forza Italia está cada vez más frágil y dividido, y un resultado mediocre en las votaciones europeas podría provocar su implosión. Esto traería graves repercusiones en la estabilidad del Gobierno, que de repente perdería su ala moderada.
Fuentes del Parlamento comentaron a La Voz que en HdI también existe el temor de que nuevas investigaciones de la Fiscalía italiana sobre algún político (o expolítico) relacionado de alguna manera «con uno de los partidos aliados de HdI» puedan empeorar la percepción popular.
Por otro lado, aunque Meloni puede contar con un partido totalmente leal, algunos miembros de HdI no parecen estar a la altura de sus cargos. En Italia se ha desatado una tempestad en torno a Emanuele Pozzolo, diputado del HdI y propietario de la pistola que hirió, en una fiesta de Nochevieja, al yerno de un escolta de Andrea Delmastro (otro diputado del partido)..
Además, los italianos siguen muy preocupados por la inflación y su situación económica en general. La ley de presupuestos recientemente aprobada subirá el IVA de productos para bebés, como pañales y leche en polvo, lo que aumentará los gastos para las familias. Si el Gobierno de Meloni no logra aplacar rápidamente estas preocupaciones, es probable que parte del descontento popular se traduzca en votos para el Partido Demócrata (centroizquierda) y el Movimiento 5 Estrellas (izquierda).