Ucrania cierra el año con el frente estancado y Rusia rearmándose

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Una niña en bicicleta junto a dos amigas en un prado en el noroeste de Ucrania, ganadora del concurso internacional en el que UNICEF elige la mejor foto del año
Una niña en bicicleta junto a dos amigas en un prado en el noroeste de Ucrania, ganadora del concurso internacional en el que UNICEF elige la mejor foto del año Patryk Jaracz | EFE

Zelenski teme que el corte de ayudas de EE.UU. se alargue y su país pierda la guerra tras casi dos años de invasión

23 dic 2023 . Actualizado a las 10:32 h.

Ucrania termina el año con una guerra estancada. El corte de ayudas estadounidenses, la falta de municiones y los pocos avances de su fallida contraofensiva de verano ponen en jaque el avance de Kiev hacia la victoria con una Rusia que ha retomado la iniciativa bélica.

La solicitud del presidente Volodímir Zelenski a sus socios para que los tanques Leopard y Abrams llegaran pronto a suelo ucraniano falló y demoró la contraofensiva hasta junio. Una ventana de oportunidad para Moscú, que pudo fortificar la línea Surovikin y plagar de minas las zonas desguarnecidas de la misma. Pusieron también la vista en el mar de Azov, pero las operaciones no resultaron. Desde entonces, el Ejército ucraniano logró retomar el control de unos 500 kilómetros cuadrados de territorio, pero la picadora de carne en algunas zonas del frente del Dombás continuó funcionando. El resultado, muchos hombres y equipos occidentales perdidos.

En la península de Crimea, el objetivo más codiciado por Kiev, hubo avances para crear un escenario perpetuo de sabotaje contra infraestructuras militares, además se llevaron a cabo ataques de precisión con drones y misiones de operaciones especiales que lograron acabar con unidades rusas y sus zonas de abastecimiento y logística. Sin embargo, el puente de la península sigue siendo una línea de suministros que da dolores de cabeza al Ejército ucraniano, que también logró cruzar la orilla sur del río Dniéper, en Jersón, pero las operaciones allí han sido un fiasco y no se ha logrado abrir un canal que permita acercar tropas a Crimea con el décimo aniversario de la anexión ilegal por parte de Rusia a la vuelta de la esquina.

Iniciativa rusa

La muerte de Yevgueni Prigozhin y toda la cúpula de su grupo de mercenarios Wagner a manos del propio régimen ruso dejó como única victoria la toma de Bajmut. Hecho suficiente, porque Rusia espera que Ucrania se desgaste por la falta de ayudas occidentales para golpear de forma más contundente. Los tímidos ataques del Kremlin le han llevado a cercar Avdiivka, población cercana a Donetsk, y Kupiansk, en la región de Járkov, donde también han retomado los ataques de forma más intensiva después de más de un año.

Rusia aumentará casi el 68 % el gasto militar el año que viene, hasta los 10,8 billones de rublos (101.670 millones de euros), según informa Efe. Además, Vladimir Putin ordenó incrementar en 170.000 hombres el número de soldados que integran las fuerzas de su Ejército.

Dos datos que podrían dar un giro a la guerra, ya que los republicanos del Congreso de Estados Unidos no han descongelado la ayuda militar de 61.400 millones de euros. Sin esos fondos, el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak, cree que existe un «gran riesgo» de que Ucrania pierda la guerra.