Un test sanguíneo predice el envejecimiento acelerado de los órganos

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ

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Ni todas las personas ni los órganos de un mismo individuo envejecen al mismo ritmo
Ni todas las personas ni los órganos de un mismo individuo envejecen al mismo ritmo Isaac Fontana | EFE

El método, probado en muestras de 5.600 personas, permitiría anticiparse a la aparición y desarrollo de enfermedades asociadas al deterioro precoz de nuestro organismo

06 dic 2023 . Actualizado a las 17:58 h.

Ni todas las personas envejecen al mismo ritmo y ni tan siquiera lo hacen al mismo tiempo los órganos de cada individuo. Además, nuestra edad cronológica, la reflejada en nuestro DNI, tampoco se corresponde en muchos casos con la que marca nuestro reloj biológico. Estudios previos en animales habían mostrado que el envejecimiento varía entre individuos y entre órganos, pero ahora una investigación liderada por Tony Wyss-Coray desde la Universidad de Stanford también demuestra este mismo efecto en humanos. Es más, el seguimiento de 5.676 adultos a lo largo de su vida ha permitido desarrollar un método para predecir la edad biológica de nuestros órganos. Esto ha sido posible analizando más de 4.000 proteínas presentes en la sangre, para lo que se han empleado modelos de aprendizaje automático de inteligencia artificial adaptados a once órganos diferentes. 

El avance, publicado en Nature, abre la puerta a predecir qué órganos de nuestro cuerpo están envejeciendo y anticiparse a la aparición y desarrollo de enfermedades asociadas a su deterioro debido a la edad. «Sería aplicar la medicina preventiva a cada órgano», explica Manuel Collado, investigador científico del CNB-CSIC especializado en envejecimiento en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS).

Los investigadores de la Universidad de Stanford aplicaron su modelo a las muestras de sangre tomadas hace 15 años a 5.676 individuos adultos sanos de una media de 50 años. Estimaron la edad de cada uno de los once órganos sometidos a estudio y comprobaron que casi el 20 %, uno de cada cinco, presentaba un envejecimiento acelerado de al menos uno de sus órganos, en tanto que un 1,7 % ofrecía un deterioro multiorgánico antes de tiempo. El modelo reprodujo los resultados de lo que ocurrió en la vida real con los participantes en el experimento, que fueron seguidos durante 15 años.

De esta forma se comprobó que el envejecimiento acelerado de los órganos confiere entre un 20 % y un 50 % más de riesgo de mortalidad y que las enfermedades específicas asociadas con su deterioro precoz se asocian con una mortalidad más rápida.

Se ha descubierto, por ejemplo, que las personas con envejecimiento cardíaco acelerado tienen un riesgo un 250 % mayor de insuficiencia cardíaca, mientras que el desgaste cerebral y vascular a edad temprana predice la progresión de la enfermedad de alzhéimer.

 «Que los órganos envejecían a una velocidad distinta era algo que ya sospechábamos, pero no teníamos la forma de demostrarlo, como ahora se ha hecho, y, además, es un método que nos puede ayudar a predecir el desarrollo de enfermedades»,advierte Collazo. O, lo que es lo mismo, con una simple muestra de sangre podría determinarse en el futuro el envejecimiento de nuestros órganos y pronosticar las enfermedades asociadas a este deterioro.

 «Nuestro estudio presenta un marco para modelar la salud de los órganos y el envejecimiento biológico mediante proteómica plasmática. Los modelos pueden predecir la mortalidad, el deterioro funcional de órganos específicos y las enfermedades», destacan los autores del estudio en el artículo publicado en Nature.

 «La oportunidad que nos abre este tipo de investigación es la de establecer con precisión el ritmo de envejecimiento de cada órgano y, por tanto, de su deterioro. Con ello podríamos guiar una medicina preventiva de precisión que prescribiese a cada persona un cuidado y seguimiento específico en función de la observación de la edad biológica de cada órgano», destaca Manuel Collado. Y en esta apreciación coincide Inés Moreno, investigadora de enfermedades neurodegenerativas de la Universidad de Málaga en una reacción recogida por SMC España. «Proporciona -dice- un modo de anticiparse a la aparición y desarrollo de enfermedades asociadas al envejecimiento».

Sin embargo, los investigadores advierten que aún estamos lejos de que este análisis de sangre para determinar el envejecimiento acelerado de los órganos se convierta en algo de aplicación rutinaria. «Habría que ampliar la muestra a más de 100.000 personas para que se puedan generalizar los resultados», apunta Manuel Collazo, quien también precisa que será necesario confirmar si las proteínas analizadas en la muestra de sangre son realmente indicadores del desarrollo de enfermedades futuras. En todo caso, el científico del IDIS considera que se trata de un avance muy importante, ya que «entender bien cómo el envejecimiento afecta a cada órgano nos puede ayudar a revertir la causa de ese deterioro para envejecer con una mayor calidad de vida».