El expresidente Fujimori, liberado anoche en desafío a la Corte de Derechos Humanos

El Instituto Penitenciario de Perú (INPE) dispuso anoche la «inmediata libertad» del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), en cumplimiento de una resolución del Tribunal Constitucional (TC) que ordenó su excarcelación. Con este anuncio, el Gobierno peruano cumple lo ordenado por el Tribunal Constitucional, pero desafía lo dictado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que pidió al Estado que se abstenga de liberar al exmandatario. Fujimori abandonó el penal de Barbadillo, en el este de Lima, un día después de que se conociera que el TC dispuso «la inmediata libertad del favorecido» al restituir los efectos del indulto que le otorgó en 2017 el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski. Durante todo el día la expectación fue máxima frente a la prisión. Decenas de personas se citaron en el lugar con globos naranjas, el color del fujimorismo, y camisetas con la cara del exmandatario. Keiko y Kenji Fujimori, los hijos del exmandatario y, como él, políticos, viajaron hasta la prisión para recoger a su padre, pero su salida de prisión se retrasaba..

«Esta decisión del TC, en base a una interpretación retrógrada de pensar que el orden jurídico interno está por encima del orden jurídico internacional, pone al Estado peruano en la lista de los que no cumplen las resoluciones de la Corte IDH. Eso es gravísimo», criticó Carlos Rivera, abogado de las víctimas del fujimorismo. «La Corte seguramente emitirá una nueva resolución ratificando las anteriores en contra del indulto y la liberación de Fujimori. Si Fujimori es liberado, tendrá que volver a prisión»,añadió el letrado ante de conocerse su excarcelación.

El exmandatario, que gobernó el país entre 1990 y el 2000, fue condenado a 25 años de prisión por los crímenes de la Cantuta y Barrios altos, en los que militares dirigidos por el Gobierno acabaron con la vida de 25 personas. También fue sentenciado por los secuestros de un periodista y un empresario. En el 2017, el expresidente Pedro Pablo Kuczynski, a las puertas de un juicio político, decidió darle un indulto a Fujimori por «causas humanitarias», en lo que fue visto por numerosos analistas como una forma de conseguir el apoyo del fujimorismo en el congreso contra su impeachment. La Corte IDH falló en el 2018 contra ese indulto y Fujimori volvió a prisión. En el 2022 renovó ese fallo ante nuevos movimientos para su liberación, ordenada ahora por tres de los seis miembros del supremo —uno tiene voto doble transitoriamente—, nombrados en el Congreso por el fujimorismo y sus aliados. El TC, en cambio, desconoce la competencia de la Corte IDH en el asunto. Las autoridades interamericanas quieren evitar que «se produzca un daño irremediable al derecho de acceso a la justicia de las víctimas» de delitos contra la humanidad. Desoír el mandato de la CIDH, podría suponer para Perú duras consecuencias como una denuncia ante la OEA e incluso su expulsión de dicho organismo. El fujimorismo se ha posicionado como aliado del Gobierno de Boluarte, en un momento de inestabilidad política.

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