¿Quién es Francisco Galindo, el verificador en las reuniones entre el PSOE y Junts?
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El diplomático salvadoreño es un abogado experto en protección de refugiados y derechos humanos con una amplia experiencia en Colombia, donde participó en una misión de verificación de los acuerdos entre las FARC y el Gobierno colombiano. Para el PP su elección es «una humillación»
04 dic 2023 . Actualizado a las 16:14 h.De la reunión en Ginebra entre Junts, el PSOE y el verificador no hay fotos. Pero las imágenes de Francisco Galindo Vélez (San Salvador, 1955), elegido como «coordinador del mecanismo internacional» que actúa como mediador en estas reuniones bilaterales, aparecen aún en la web del Gobierno colombiano. En aquel país, este abogado experto en protección de refugiados, colaboró en el proceso de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El diplomático, que participó este sábado en el primer encuentro celebrado entre los dos partidos en Suiza, ejerció como embajador de El Salvador en Francia entre 2010 y 2015 y posteriormente prestó su servicio al frente de la embajada salvadoreña en Colombia entre 2016 y 2020, según la información facilitada por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país centroamericano. Graduado en la licenciatura de Ciencias Jurídicas y Políticas, fue representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Francia, Colombia, México y Egipto y representante regional adjunto para México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Cuba y Belice entre 1987 y 2008. Además, cuenta con estudios de posgrado en la Universidad de Nueva York, la Universidad de Ginebra y el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra.
Galindo Vélez asumió en 2002 el cargo de representante de ACNUR para Colombia, un país al que había llegado con el organismo de la ONU en 1997, en sustitución de la brasileña Leila Lima. Abogado experto en derechos humanos, la misión de ACNUR en Bogotá informó entonces de que el nuevo representante continuaría la labor de fortalecimiento de «la protección y prevención del desplazamiento» en Colombia. «Nuestro mandato es con los refugiados, pero en casos excepcionales, como este, trabajamos con desplazados», advirtió Galindo en 2002, un país donde «ciertamente, el problema de los desplazados ha venido aumentando, año a año».
Cuando en febrero de 2016 Galindo, junto a los nuevos embajadores en Bogotá del Reino Unido, Japón, China, y la Unión Europea (UE), presentó sus cartas credenciales ante el entonces presidente colombiano, Juan Manuel Santos, este agradeció el apoyo internacional al proceso de paz que desarrollaba su Gobierno con las FARC. «Nada de esto hubiera sido posible sin el aporte de ustedes y los países y organismos que representan. Colombia hoy se levanta con la ayuda de sus socios internacionales como un país referente en muchos sentidos, afortunadamente todos ellos positivos», declaró Santos, que en noviembre de ese mismo año firmaría el acuerdo final de paz con las FARC.
El propio Galindo Vélez valoraba en una entrevista en El Universal el papel del presidente Santos en esa negociación. «El presidente Santos se la jugó toda por la paz», dijo el diplomático durante su visita a este periódico colombiano, donde explicaba que su país había estado presente en todo el proceso colombiano, una vez aprendidas varias lecciones en el proceso vivido en El Salvador. Sobre el proceso de paz en su país, explicó en esta entrevista que «en los acuerdos de paz se ve que los negociadores pensaron en justicia transicional, sin llamarla de esa manera. Un año después se aprobó una ley de amnistía general, y ya no hubo más juicios ni investigaciones. Pero en 2016 la Sala de lo Constitucional declaró inconstitucional la Ley de Amnistía. Ahora nos encontramos en una situación de buscar hacer justicia transicional 25 años después». «En Colombia eso se corrigió en el Acuerdo de Paz con las FARC a través de la Jurisdicción Especial para la Paz», contaba.
Agradecimientos y críticas
Tras la participación de Galindo en la reunión de este sábado, los dos partidos le agradecieron «su compromiso en poner a disposición de las partes su experiencia y su voluntad de contribuir a alcanzar la solución política y negociada al conflicto», según señalaron PSOE y JxCat en un escueto comunicado conjunto. Desde el PP en cambio hablaron directamente de «bochorno»: «No se negocia en la clandestinidad la democracia de España». El líder de los populares resaltó que es una «humillación» que Sánchez «ponga a un ciudadano de El Salvador a decidir el futuro de España». «¿Es un experto en guerrillas latinoamericanas el que nos tiene que decir cómo España trata a una de sus comunidades autónomas? Exijo en nombre de España que cese este despropósito para comprar más tiempo para vivir en la Moncloa», exigió este domingo ante un publico que le correspondió coreando 'No en mi nombre' mientras agitaba banderas de España y de la UE.
Siguiendo en esta misma línea, el portavoz de los populares, Borja Sémper, ha denunciado que, a la «opacidad» de las reuniones del PSOE con Junts se suma ahora «la ignominia» de quiénes el mediador, en alusión al salvadoreno Francisco Galindo. El dirigente del PP ha calificado de «muy grave» que el segundo partido de España, que ha perdido las elecciones, se reúna con el quinto de Cataluña en Suiza, bajo el control de un mediador de El Salvador, del que «dudan» que conozca algo de España. «No sabemos de qué están hablando y si lo ocultan es que no lo pueden contar».
Dicho esto, Sémper ha insistido en que llevarán este asunto a la primera sesión de control del Congreso de la próxima semana porque el PP quiere «información» y «transparencia» sobre lo que se está hablando en Suiza.
Este lunes el portavoz de JxCat, Josep Rius, ha tachado de «xenofobia» las críticas del presidente del PP. «Es normal que al PP le moleste el mediador porque internacionaliza el conflicto político entre Cataluña y España. Pero descalificar a una persona por motivos de origen es xenofobia», ha sentenciado Rius. En la rueda de prensa, el portavoz ha reivindicado el acuerdo con el PSOE, que supone «un cambio de paradigma» en relación al abordaje del conflicto político: «Hemos pasado de una mesa de diálogo estéril a una negociación efectiva», ha dicho.
Preguntado esta mañana por la figura del diplomático el ministro socialista de Transportes, Óscar Puente, ha reconocido que no sabía quién era hasta el anuncio pero se ha mostrado convencido de que «puede hacer un papel importante» si es la figura elegida. Sobre la falta de transparencia respecto a lo hablado en la primera reunión celebrada el sábado en Ginebra, el ministro ha insistido en que es «necesario» crear un ambiente de «discreción» para trabajar en «un entorno de desconfianza», pero ha asegurado que «al final» se informará y la opinión pública tendrá «conocimiento de todo».