Puigdemont carga contra los «cuervos togados» antes de reunirse con el PSOE en Ginebra
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Junts critica a los jueces y los socialistas le restan importancia a la cita en Suiza
02 dic 2023 . Actualizado a las 10:19 h.El aire fresco de Waterloo parece inspirador y ya está dando frutos. «Los cuervos togados se revuelven y enseñan las garras y colmillos, y se les pone cara de general Pavía», son los últimos versos que vertió ayer en redes sociales el expresidente catalán Carles Puigdemont para cargar contra los jueces españoles. «Sabemos que la represión contra el independentismo no cesará del todo mientras no seamos un república libre de ataduras de las estructuras franquistas». Así censuró este viernes el lawfare o guerra judicial contra los separatistas el líder de Junts, que hoy se reúne en la ciudad suiza de Ginebra con los socialistas y un verificador internacional en el primer encuentro de la mesa de diálogo entre ambos partidos.
«Discreción en las negociaciones y transparencia en los acuerdos» es la máxima del PSOE, pero tanto secretismo ha avivado la expectación. Lo poco que se sabe sobre esta cita, tras el acuerdo firmado a principios de noviembre en Bruselas entre las dos formaciones para investir a Pedro Sánchez, es lo que pondrán sobre la mesa. Los posconvergentes, un referendo de autodeterminación amparado en el artículo 92 de la Constitución y la cesión del 100 % de los impuestos que se pagan en Cataluña; y los socialistas, un amplio desarrollo del Estatuto de Autonomía y la autosuficiencia financiera de la comunidad.
La fundación Henry Dunant
La mayor incógnita es la identidad del verificador internacional, una suerte de notario de los acuerdos que alcancen, y que según El Español se trataría del Centro para el Diálogo Humanitario Henry Dunant, una fundación con sede en Ginebra que medió en la negociación del fin de la banda terrorista ETA con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, según la misma fuente, habría sido este expresidente «la pieza clave en el acercamiento» entre Sánchez y Puigdemont, aunque también mantiene una estrecha relación con la entidad el socialista Javier Solana, que es presidente de honor de la misma. Ninguna de las partes confirmó que esta fundación sea el verificador en Suiza, país donde tienen su sede otras organizaciones especializadas en mediación de conflictos como SwissPeace o el HD Centre for Humanitarian Dialogue.
«He aprendido a no caer en la trampa de actuar y decidir en función de las presiones», avisó ayer en Instagram Puigdemont, que será uno de los asistentes a la reunión en Ginebra, junto a la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, y su secretario general, Jordi Turull. Al otro lado de la mesa estará, al menos, el número tres del PSOE, Santos Cerdán. El encuentro en abril entre los dos últimos, Turull y Cerdán, lo propició el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, «para iniciar un deshielo de las relaciones», desveló ayer en la cadena Ser.
Los socialistas restan importancia a esta cita entre partidos porque, como recordó el presidente del Gobierno el jueves en TVE, «el futuro de España se decide en las Cortes». Su portavoz en el Congreso, Patxi López, abogó ayer por la discreción porque «cada vez que publicitamos una posición, se encasquilla», reconoció, y prometió la transparencia del acuerdo «porque eso es lo que afectará a la vida ciudadana».
Ni comparecencia ni comunicado
Como resultado del hermetismo, no está prevista ninguna comparecencia ni comunicado tras esta reunión bilateral, que Ferraz no quiere que le haga sombra a las que mantendrá con ERC, también socio independentista y rival de Junts, y con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, el 21 de diciembre, cuando este planteará resolver el conflicto político, una financiación singular y el traspaso de cercanías. Y todo, con el Gobierno de coalición en juego.