La extrema derecha irlandesa sacude las calles de Dublín tras el apuñalamiento de tres niñas

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Uno de los detenidos durante la noche del jueves, en Dublín.
Uno de los detenidos durante la noche del jueves, en Dublín. DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

Varios grupos antiinmigrantes se radicalizaron en las redes sociales por varios rumores de que el agresor era extranjero

24 nov 2023 . Actualizado a las 19:59 h.

Buses y tranvías incendiados, tiendas saqueadas y mobiliario urbano destruido. Con esta escena similar a la de una guerra amaneció ayer Dublín, después de haber sido sacudida la noche anterior por una ola de disturbios protagonizada por grupos de extrema derecha, la cual dejó al menos 34 arrestados y un policía herido.

La violencia estalló en la tarde del jueves, horas después de que se conociera que una mujer y tres niñas habían sido apuñaladas en las inmediaciones de un colegio en el barrio de Parnell Square East, en el centro de la ciudad.

De acuerdo con las autoridades, tras el ataque, grupos antiinmigrantes se concentraron cerca del lugar, junto a la calle principal O’Connell Street y comenzaron a embestir contra la Garda (la Policía irlandesa) con botellas, fuegos artificiales y otros artefactos.

Pese a que ni el Gobierno ni la policía compartieron la nacionalidad del presunto atacante, por las redes empezaron a circular rumores de que era extranjero. Y esto habría activado a «grupos radicalizados», aseguró el jefe de la Garda, Drew Harris.

«Esto es algo que no habíamos visto en décadas y fue llevado a cabo por personas que se radicalizaron a través de las redes sociales», dijo el oficial.

La BBC, por su parte, aseguró que el sospechoso sería un hombre de 40 años, de nacionalidad irlandesa y que habría estado residiendo el país durante las últimas dos décadas.

Mano dura

El primer ministro, Leo Varadkar, aseguró que unas 500 personas se enfrentaron a los cerca de 400 uniformados que debieron ser desplegados para intentar restablecer el orden público.

Por su parte, la ministra de Justicia, Helen McEntee, advirtió de que los aprehendidos podrían enfrentar penas de hasta 12 años de cárcel. Una treintena de ellos (cuatro mujeres), ya están a disposición de los jueces.

Poco antes, las autoridades policiales habían avisado de que las posibilidades de que se produjeran nuevos incidentes violentos eran elevadas.