El pasado día 18 de octubre se registró un ascenso de 2 grados por primera en la historia moderna
20 nov 2023 . Actualizado a las 20:06 h.En diciembre del 2015 la comunidad internacional se reunió en Francia para aprobar medidas de mitigación para combatir el cambio climático. En la hoja de ruta se establecieron objetivos sobre emisiones y se definieron unos límites térmicos de seguridad. El Acuerdo de París, que es el documento que rige la política climática mundial, recomienda que la temperatura media global no aumente 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales.
Sin embargo, poco a nada se ha estado haciendo desde entonces. Y cada año que pasa el esfuerzo para reducir los gases de efecto invernadero tienen que ser mayores. Ayer el Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con sede en Nairobi, publicó el Informe sobre la Brecha de Emisiones. El documento reconoce que se necesitan recortes del 42 % y el 28 % antes del 2030 para evitar que la media global suba 1,5 y 2 grados respectivamente. Asimismo, el informe advierte que las políticas actuales abocan a la Tierra a un aumento de la temperatura global de 3 grados respecto a la era preindustrial.
«Ya no queda ninguna persona o economía en el planeta que no se vea afectada por el cambio climático, por lo que debemos dejar de establecer récords no deseados en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, temperaturas máximas globales y clima extremo», afirma la directora ejecutiva del PNUMA Inger Andersen. La publicación también deja en evidencia la ambición del Acuerdo de París. «La probabilidad de limitar el calentamiento a 1,5 grados es solo del 14 %», reconoce Andersen.
Un nuevo hito climático
El 2023 está siendo el año más extremo de la historia moderna. La cadena de eventos extremos que se han registrado dan buen cuenta de ello. Basta recordar el devastador incendio de Canadá y las lluvias torrenciales de Pakistán. En cuanto a las temperaturas, cabe destacar que ha surgido un nuevo tipo de episodio extremo conocido como «evento que destroza récords». Han sido recurrentes por todo el mundo a lo largo del año y en octubre también en Galicia. El día 7 en A Coruña se registró una máxima de 33,4 grados, un valor que superó en 1,9 grados el anterior récord en la estación de Aemet cuya serie se remonta a 1930.
A nivel global en julio se midieron los días más cálidos no solo desde que hay registros, sino de los últimos 120.000 años según datos del Panel de Expertos sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC). La ciencia da por hecho que el 2023 será el año más cálido desde 1880. Solo falta por saber si realmente la anomalía positiva acabará alcanzado 1,5 grados. De ser así, la humanidad se habría topado por primera vez con ese límite térmico que nosotros mismos nos hemos impuesto.
La comunidad científica esperaba que al llegar el otoño boreal la media mundial se relajaría un poco. Pero no solo no lo ha hecho, sino que acaba de marcar un hito difícil de asimilar en esta época del año. El pasado sábado 17 y 18 de octubre el valor global registró un aumento de 2 grados respecto a la media de 1850-1900 por primera vez desde que existen datos. Este aumento súbito de la media mundial también aportará su granito de arena para que el 2023 consiga ascender 1,5 grados finalmente. El científico estadounidense comentaba en su cuenta oficial de Twitter que «Bueno humanidad, lo logramos, aunque sea por un día. El 18 de noviembre fue la primera vez en la historia registrada que la temperatura global de la superficie de dos metros superó 2 grados»
En estos momentos hay muchas zonas del hemisferio norte donde se están registrando anomalías térmicas positivas (valores por encima de la media) desde Asia a Estados Unidos y Europa. Aunque la noticia estos días está en Brasil. La intensa ola de calor está generando una sensación térmica de 60 grados en ciudades como Río de Janeiro.
Una cosa importante sobre la que insiste mucho estos días la comunidad científica es que si finalmente la temperatura mundial sube 1,5 grados no significa necesariamente que vaya a ocurrir siempre a partir de ahora. Es decir, debe asumirse como una prueba más de un planeta que se está calentando, aunque no como una tendencia. De momento, los modelos climáticos siguen apuntando que sería a principios del 2030 cuando podría alcanzarse esa cifra y mantenerse de forma sostenida.