Portugal prorroga las «visas doradas» porque prevé captar capitales que huyan de España tras el pacto

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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El primer ministro de Portugal, António Costa, en una rueda de prensa.
El primer ministro de Portugal, António Costa, en una rueda de prensa. JOSE SENA GOULAO | EFE

El régimen actual para rentas extranjeras se mantendrá vigente al menos hasta finales del 2024

18 nov 2023 . Actualizado a las 18:11 h.

Esta semana, el Gobierno de António Costa ha decidido atenuar el drástico fin del régimen de residentes no habituales anunciado por el primer ministro en octubre, y con el que se pretende acabar con una de las condiciones fiscales más atractivas para los extranjeros que pretendían vivir en el territorio luso. Las rebajas fiscales de Portugal se habían convertido en uno de sus grandes atractivos para captar a propietarios de grandes fortunas y rentistas. Ahora, desde Lisboa se pretende estirar ese filón ante la posible salida de grandes masas de capital desde España por el nuevo escenario impositivo que se dibuja tras la reedición del Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar.

En la práctica, el régimen actual seguirá vigente hasta finales del 2024 para aquellos que logren demostrar que ya habían decidido mudarse a Portugal mediante documentos como contratos de trabajo, matrículas escolares o contratos de alquiler o compra de vivienda. Les dará un derecho a beneficiarse, durante diez años, de unas condiciones fiscales mucho más favorables que el resto de los ciudadanos.

Es decir: a quienes hayan vivido (tanto extranjeros como portugueses) fuera de Portugal los últimos cinco años y ahora establezcan su residencia fiscal en el país, este régimen concede un tipo fijo de IRPF del 20 %, siempre y cuando se realice una actividad considerada de «elevado valor añadido». En el caso de los pensionistas extranjeros, la tasa ascendió del 0 al 10 %, después de que Finlandia y Suecia amenazaran con romper las relaciones bilaterales con Portugal.

La medida generó una enorme atracción de personas con rentas elevadas y, el pasado miércoles, el grupo parlamentario socialista justificó su extensión: «Es importante crear las condiciones que no perjudiquen la confianza de quienes hayan tomado esa decisión [de mudarse a Portugal]».

El fin del conocido RNH tiene varias excepciones y se mantendrá plenamente para quienes trabajen en las áreas de «investigación científica, inversión y desarrollo empresarial».

El anuncio de terminar con este régimen llegó solo unos meses después de haber también anulado los visados dorados por adquisición de vivienda. Ambas medidas pretenden frenar la disparada demanda de vivienda en el centro de la ciudad y zonas turísticas. Eso sí, esto no implica en ningún caso la revocación de los visados ya concedidos, sino la no admisión de nuevas solicitudes.