La investidura dentro y fuera del Congreso: de las protestas a la ausencia de García Page

P. M. MADRID / LA VOZ

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Fernando Villar | EFE

Diez barones territoriales socialistas han acudido a la sesión de investidura, excepto Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, cuyo entorno asegura que no ha recibido invitación

15 nov 2023 . Actualizado a las 19:34 h.

Desde la Carrera de San Jerónimo, a la altura de la calle Cedaceros, el dispositivo policial desplegado ha ocupado esta mañana el foco del trasiego en las inmediaciones del Congreso en la primera sesión del debate de investidura de Pedro Sánchez. Una mañana relativamente tranquila hasta que se han acercado las 12.00 horas, hora a la que intervenía el candidato, cuando han empezado a llegar los primeros manifestantes.

Los cánticos que más han resonado esta mañana en las cercanías del Congreso han sido «España no se vende, España se defiende» y «Sánchez traidor», amén de otras consignas directamente ofensivas tanto con el candidato como con su familia. Incluso han unido al líder socialista con Carles Puigdemont referenciando la presencia de furgones policiales: «Ese furgón, para Puigdemont, y el de delante, para Pedro Sánchez».

Amparo ha sido una de las concentradas frente al Congreso por el acceso de la calle Cedaceros. Ha ido a todas las manifestaciones de Ferraz y, ahora, repite en el Congreso. «Estamos hartos ya de esta dictadura, Sánchez no puede vender a toda España por siete votos», ha comentado indignada. Carlos, otro manifestante, ha expresado que «los rojos se están cargando España» y que «la prensa manipula lo que pasa».

Por otro lado, en las cercanías de la plaza de Neptuno, la concentración fue menor. Tanto fue así que el tráfico, entre manifestantes y el dispositivo policial, no fue más ajetreado que de costumbre por las arterias principales de la capital y no hubo incidencias de circulación.

Un autobús de un grupo ultra se ha aparcado en las cercanías con un fotomontaje del líder socialista con el dictador alemán Adolf Hitler y el eslogan «¡Pedro Sánchez, dictador! ¡Pedro Sánchez odia a España!». Una tónica recurrente también en las recientes manifestaciones frente a la sede socialista de la calle Ferraz de Madrid, donde los asistentes han llamado durante 12 días consecutivos al candidato presidencial «dictador» y «golpista».

Bronca en el Congreso y ausencias

Los improperios han traspasado las paredes del Congreso y se han instalado también en el hemiciclo. Cuando Sánchez se ha referido a los «recortes de libertades» que han acometido los gobiernos regionales del PP, como la derogación de los derechos de las personas trans de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, la bancada popular le ha gritado «mentiroso», «trilero», y «pinocho», con la consecuente interrupción del discurso del candidato.

También se han escuchado abucheos cuando el previsiblemente futuro presidente ha referido que existe una minoría que «en tiempos complejos prefieren dejar el Gobierno en manos de líderes autoritarios», en referencia a la derecha. «No se den por aludidos», ha espetado el dirigente socialista a la bancada del Partido Popular.

Todos estos momentos han podido escucharlos un decálogo de barones territoriales socialistas invitados a la sesión de investidura. En la tribuna, se pudo ver a los secretarios generales del partido de Madrid, Juan Lobato; Cataluña, Salvador Illa; Comunidad Valenciana, Ximo Puig; Canarias, Ángel Víctor Torres; Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Murcia, Pepe Vélez; Asturias, Adrián Barbón; Navarra, María Chivite; Cantabria, Pablo Zuloaga, y La Rioja, Concha Andreu.

Sin embargo, no asistió el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cuyo entorno ha confirmado que no recibió notificación para asistir por parte del partido. Coincide con que esta semana se ha pronunciado abiertamente en contra de la amnistía.