Las fuerzas israelíes capturan la sede del Gobierno de Hamás en Gaza

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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Soldados israelís en la sede del Gobierno de Hamás en Gaza
Soldados israelís en la sede del Gobierno de Hamás en Gaza Ejército Israelí

Cavan una fosa común en el Hospital Al Shifa para enterrar a 170 pacientes muertos

14 nov 2023 . Actualizado a las 21:14 h.

Varios edificios militares y gubernamentales de Hamás fueron capturados ayer por las tropas israelíes. Entre ellos, comunicaron eufóricos los portavoces, se encontraban la «sede de la asamblea legislativa y del Gobierno», el cuartel general de la policía islamista y un centro de producción y desarrollo de armas.

Algunos de esos lugares se habían usado como campos de entrenamiento para el ataque del pasado 7 de octubre, el que desató la guerra. Casi 11.200 palestinos muertos después —y 28.000 heridos, y 1,5 millones de desplazados—, los soldados israelíes pisaban con orgullo las huellas del enemigo, en un gesto metafórico que fotografiaron como un equipo de alpinistas en la cima del Everest.

Y el flash se pudo ver desde la cima del montón de muertos en el Hospital Al Shifa. Con más de 170 cuerpos sin vida entre sus paredes, las cámaras frigoríficas inutilizadas por la falta de electricidad y un asedio que bloqueaba el contacto con el exterior, los médicos del centro decidieron ayer cavar una fosa común.

«Israel sigue impidiendo la retirada de los cuerpos, así que van a enterrarlos dentro del recinto», declaró el viceministro de Sanidad de Gaza, Yousef Abu Reesh. Había perdido comunicación con el hospital y basaba sus informaciones en un grupo de periodistas desplazados allí.

La fosa era pequeña, explicaron los reporteros. No había espacio para todos los cadáveres —muchos de ellos «mutilados» por perros callejeros—, los productos médicos básicos escaseaban y seguían realizándose operaciones sin anestesia ni oxígeno. «El edificio es un verdadero cementerio para enfermos y heridos. Cualquiera que se mueva en el patio o cerca de él está expuesto a disparos», lamentaba el personal. Al norte de la Franja, todos los hospitales excepto uno están fuera de servicio.

«Aguanten, ya vamos»

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está convencido de que se logrará la liberación de los rehenes israelíes. «Aguanten, ya vamos», dijo, en un mensaje para ellos.

Hamás había publicado —el lunes por la noche— un vídeo en el que Noa Marziano, una soldado israelí cautiva de 19 años, pide que paren los bombardeos. «Se oyen muchas explosiones. Yo y el resto de los rehenes podemos morir por los proyectiles. Por favor, paren», suplica. El plano se corta repentinamente y es reemplazado por varias fotos de la chica aparentemente muerta, con una herida en la cabeza y sin un pie. Murió por los bombardeos, aseguraron los islamistas.

En la Franja, el cielo estaba cubierto de nubes, llegaban las lluvias, se acercaba el frío. «Muévanse», bramaba la voz de Israel, constante, sobre los palestinos del norte. Seguían las pausas humanitarias para que se marchasen al sur. Pausas de siete horas que precedían a más y más ataques sobre el norte, el sur y la carretera de Saladino, llena de caminantes que dejaban atrás los escombros de sus hogares y rezaban porque terminase esa muerte suspendida en la que estaban envueltos.

«Un acuerdo estuvo a punto de lograrse», aseguró el portavoz de las Brigadas Al Qasam (brazo armado de Hamás), Abu Obeida. «Los mediadores cataríes intentaron que liberásemos a 100 rehenes a cambio de 200 niños palestinos, 75 mujeres y un alto el fuego de cinco días. Pero el enemigo se está demorando», señaló.

El grupo islamista secuestró a más de 240 israelíes en su ataque inicial. Ahora mantiene cautivos a 239, sostiene Obeida.