Meloni busca cambiar la Constitución para dar más poder al primer ministro

Valentina Saini VENECIA / E. LA VOZ

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Giorgia Meloni, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Giorgia Meloni, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. DPA ví­a Europa Press

La oposición acusan a la jefa de Gobierno de querer seguir el ejemplo del autoritario de Viktor Orbán y convertir a Italia en una nueva Hungría

07 nov 2023 . Actualizado a las 20:52 h.

El Consejo de Ministros liderado por la ultraderechista Giorgia Meloni dio luz verde ayer a una reforma constitucional que, de ser aprobada por el Parlamento, cambiará profundamente la República italiana. Meloni la definió como «la madre de todas las reformas», en medio de las críticas de la oposición que la acusan de querer seguir el ejemplo del autoritario primer ministro Viktor Orbán y convertir el país transalpino en una nueva Hungría.

El proyecto de reforma, que cuenta con el firme respaldo del partido de Meloni, Hermanos de Italia (HdI), se articula en torno a tres objetivos: introducir la elección directa del primer ministro, impedir la designación de nuevos senadores vitalicios (nombrados por el presidente de la República por méritos excepcionales en los campos científico, social o artístico), y acabar con la posibilidad de formar gobiernos técnicos. Durante años Meloni propuso transformar Italia en una república presidencialista, siguiendo el modelo de Francia, pero al no ser viable por varias razones, la líder de HdI pretende ahora reforzar considerablemente el cargo de jefe del Gobierno (el que ella misma ostenta). 

Sus objetivos

«Giorgia Meloni es lista, esta propuesta de reforma tiene varios objetivos», dice a La Voz un diputado centrista. «El primero es enviar una señal clara a sus votantes, ya que en la derecha casi todos quieren que el Gobierno tenga más poderes. El segundo es entretener a los medios con una cuestión llamativa y distraer a la opinión pública de la ley de presupuestos y de las tensiones con sus aliados. Y, además, apuesta a lo grande. Si consigue esta reforma, cambiará la historia de Italia», explica.

Para Andrea Ceron, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Milán, «la reforma es una propuesta habitual del centroderecha italiano». Según el proyecto de Meloni, el primer ministro sería elegido directamente por sufragio universal para un mandato de cinco años. Recibiría de la Jefatura del Estado el encargo de formar el nuevo Gobierno y, si no obtuviera la confianza del Parlamento en la primera o segunda votación, el resultado sería la disolución de las Cámaras y nuevas elecciones. Esto restaría relevancia al papel del Parlamento, condicionando a diputados y senadores a votar a cualquier Gobierno por miedo a no volver a salir elegidos en una nueva votación.

La reforma también debilitaría el papel del presidente de la República, que en las tres últimas décadas, marcadas por una creciente inestabilidad política, ha desempeñado un papel fundamental para evitar que Italia se hundiera en el caos. Además, personas ajenas al Parlamento no podrían ser nombradas jefes de Gobierno: en otras palabras, un Ejecutivo técnico dirigido por alguien como Mario Draghi serían imposible.

Para Ceron, la reforma «no es en absoluto una garantía de estabilidad ni de coherencia programática». Y añade: «Sin la contribución de otros grupos parlamentarios, esta coalición de Gobierno no logrará alcanzar los dos tercios necesarios». En ese caso, la reforma tendría que someterse a referendo. Y para Meloni, señala el académico, perder esa consulta sería un fracaso estrepitoso.