Expertos de diferentes países explican que en las otras monarquías parlamentarias europeas no hay ningún caso parecido de sabotaje al de la jura de Leonor
01 nov 2023 . Actualizado a las 22:31 h.No hay ningún caso de boicot similar al que tuvo lugar ayer en el acto de juramento de la Constitución de la princesa Leonor. Así lo explican expertos europeos consultados por La Voz.
Aceptación
Poco debate sobre la monarquía. En Suecia no existe debate sobre la monarquía. «Ni el Partido Socialdemócrata ni el Partido de Izquierda (antiguo partido comunista) lo han debatido en los últimos 30 o 40 años», explica Mauro Zomboni, profesor de Derecho de la Universidad de Estocolmo. «Aunque en su programa está la idea de que la república es mejor forma de gobierno, nunca se ha planteado ni utilizado en el debate político», asegura. En realidad, «existe una asociación, la Asociación Republicana, que es la voz más alabada contra la monarquía, pero es interpartidaria, cuyos miembros provienen de todos los partidos, pero solo a título personal». Tiene 7.400 militantes.
En cuanto a Noruega, «el apoyo a la monarquía es generalmente alto, esta ha sido una tendencia persistente durante muchas décadas, y la casa real noruega históricamente ha tenido un importante grado de popularidad y aceptación entre la población», afirma el historiador Oskar Aanmoen. Sin embargo, «como en muchas monarquías constitucionales, ha habido debates y discusiones ocasionales sobre el papel de la monarquía en la sociedad noruega», que «suelen girar sobre el coste de la monarquía, la separación de la Iglesia y el Estado y el papel de la monarquía en una sociedad democrática moderna». «Hay muy poco debate sobre el papel de la monarquía en Bélgica, lo hubo en el pasado, pero ya no», señala Bert Demarsin, profesor de Derecho de la Universidad de Lovaina.
Protestas
No hay boicots. «No, ningún partido como tal boicotea los actos de la Corona; en raras ocasiones, algún político individual lo hace, pero solo como una elección personal, independientemente de la afiliación partidista», expone Zomboni. «La idea básica es que en la Constitución la Corona es la jefatura del Estado y por tanto el partido debe respetarla; mientras la Constitución siga vigente es una cuestión no solo de etiqueta constitucional, sino, más importante aún, de Estado de derecho, es decir, de respeto de la ley», concluye.
En Dinamarca, «el partido de izquierda Lista de Unidad-Alianza Rojo-Verde abandona el Parlamento el día de la inauguración discretamente antes de que la reina entre, para no estar obligados a presentarse ante ella», explica Karina Kosiara-Pedersen, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Copenhague. Además, «no aceptan ninguna orden real ni participan en fiestas reales, por ejemplo, cuando la reina celebró 50 años en el trono». Este partido tiene solo 9 escaños en el Parlamento y está en la oposición.
En Noruega, «algunos miembros del partido comunista noruego Rojo (8 escaños) y del Partido de Izquierda Socialista (13 escaños) suelen boicotear la cena anual que el rey ofrece a los miembros del Parlamento en el palacio real; aparte de esto, no existe ninguna tradición de boicotear los eventos de la familia real, señala Aanmoen. El Partido de la Izquierda Socialista tiene 13 escaños y el Rojo, 8 de un total de 169. Ambos están en la oposición. «El rey va periódicamente al Parlamento noruego cada otoño, y nunca ha ocurrido que los miembros de la Cámara no hayan participado en ello. Incluso los republicanos y los comunistas participan respetuosamente», asegura.
En Bélgica, «hay partidos flamencos que dicen claramente que prefieren una república, pero hasta ahora no han bloqueado el funcionamiento del Estado ni de la monarquía», sostiene Demarsin.