Japón y la UE logran el hito de generar plasma en un experimento de fusión nuclear
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El proyecto experimental se considera un paso clave para el futuro desarrollo de reactores de energía limpia que recrean las reacciones que se producen en el interior del Sol
08 feb 2024 . Actualizado a las 17:23 h.El Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Cuántica de Japón anunció que ha logrado generar materia en estado de plasma en un proyecto experimental conjunto con la Unión Europea (UE), un paso considerado clave para el desarrollo futuro de reactores de fusión nuclear.
El centro de investigación JT-60SA ubicado en Ibaraki (al norte de Tokio) «ha sido capaz de generar por primera vez plasma en un Tokamak», es decir, ha logrado crear una nube de átomos ionizados a alta temperatura confinados en una cámara magnetizada con forma de donut, según confirmó un portavoz a la agencia EFE.
Esto representa «un hito importante» para el desarrollo de reactores de fusión nuclear, una potencial nueva fuente energética basada en el mismo tipo de reacción atómica que alimenta al Sol y otras estrellas, según explicaron en un comunicado los responsables del proyecto.
Se tata «de la mayor cámara superconductora Tokamak operativa en el mundo hasta la fecha» y el resultado del experimento será ahora «cuidadosamente examinado y sometido a más test en las próximas semanas», destacó el centro japonés-europeo.
A diferencia de la fisión atómica -la tecnología empleada en las actuales centrales nucleares, basada en la división de los núcleos de los átomos-, el método de fusión consiste en combinar estos núcleos. De este modo se genera una enorme cantidad de energía considerada limpia al no emitir CO2 ni residuos altamente radiactivos.
Una vez completada la verificación de los resultados del experimento, el centro de investigación procederá a la siguiente fase, la construcción y prueba de un reactor de fusión experimental.
Las instalaciones JT-60SA fueron completadas en Ibaraki en 2020 con financiación de Japón y de la Unión Europea con el objetivo de avanzar en el conocimiento sobre la generación y mantenimiento estable del plasma, y lograr el «primer plasma» era considerado su objetivo crucial.
Este experimento fue puesto en marcha como un brazo de apoyo a las operaciones del megaproyecto ITER (Reactor Termonuclear Experimental Internacional), en el que también participan Japón, la UE, China, Estados Unidos y Rusia, entre otros países.
La unidad central de JT-60SA es una cámara de 16 metros de alto y 13 de ancho, y fue construida con unos 65.000 millones de yenes (409 millones de euros) aportados por la UE y Japón.
Para conseguir la fusión nuclear, el plasma debe alcanzar temperaturas superiores a los 100 millones de grados Celsius, con núcleos de átomos colisionando a velocidades de más de 1.000 kilómetros por segundo.
Por el momento se han conseguido temperaturas de 10 millones de grados en el centro nipón, que aspira a desarrollar la tecnología necesaria para mantener el plasma a la temperatura objetivo antes citada en un plazo de cinco años.
El Gobierno de Japón, que financia varios proyectos de este tipo, se ha marcado asimismo la meta de contar con reactores nucleares de fusión operativos para 2050.